La educación superior no está a la altura de las necesidades de la transición energética. O dicho de otra manera, las universidades de todo el mundo todavía forman muchos más trabajadores para la industria de los combustibles fósiles que para el sector renovable. Es una brecha que se está cerrando, pero no lo suficientemente rápido. Es la conclusión principal de 'El fracaso a la hora de descarbonizar el sistema educativo energético mundial: bloqueo del carbono y conjuntos de habilidades abandonadas' un estudio dirigido por el líder del grupo de investigación sobre clima y energía del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales, Roman Vakulchuk, que analiza la educación superior a nivel global en términos de transición energética.