El Congreso de los Diputados debatirá y votará el próximo 22 de enero el decreto que incluye un nuevo gravamen temporal sobre las empresas energéticas para 2025, una medida que no apoyan las derechas nacionalistas y que solo saldrá adelante si PNV y Junts, cuyos votos fueron cruciales en la última investidura de Sánchez, apoyan al Gobierno. El nuevo gravamen incluye en todo caso bonificaciones para las empresas que inviertan en actividades "esenciales" para la transición ecológica y la descarbonización. Las grandes energéticas han declarado beneficios por valor de más de 30.000 millones de euros en los últimos tres años.