La refinería de Repsol en A Coruña produce su primer lote de hidrobiodiésel a partir de aceites de cocina usados

La refinería coruñesa -informa Repsol- se encuentra en plena transformación industrial "para convertirse en un polo multienergético capaz de fabricar productos de baja huella de carbono como los biocombustibles producidos a partir de residuos". Este proceso de transformación -continúa Repsol- contempla la producción de hidrógeno renovable a partir de biogás, y modificaciones en unidades e implementación de nuevas tecnologías para reducir emisiones CO2". En ese sentido, las nuevas instalaciones logísticas en Punta Langosteira -explican desde la petrolera- permitirán la gestión de los nuevos productos y los tráficos de materias primas, ayudando a la creación del hub de energías renovables que supondrá el A Coruña Green Port.

Repsol ha fabricado en su refinería de A Coruña el primer lote de hidrobiodiésel, que utiliza aceite usado de cocina, mezclado con aceite vegetal y otros componentes. Según la petrolera, el uso de hidrobiodiésel en vehículos supone una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2 respecto a las de un gasóleo mineral.

Por lo demás, Repsol anunció hace a principios de este mes que la inversión que va a destinar a "iniciativas de bajas emisiones" se situará en el 35% (sobre el total de sus inversiones) en el periodo 2021-2025 y que el capital empleado para estos fines será del 45% en 2030: "los nuevos valores -destacan en la petrolera- suponen un incremento de 5 puntos porcentuales respecto a los establecidos en el Plan Estratégico presentado hace casi un año". Así, la nueva senda de descarbonización horizonte 2050 de Repsol establece una reducción del Indicador de Intensidad de Carbono del 15% en 2025, del 28% en 2030 y del 55% en 2040, frente a los anteriores del 12%, 25% y 50%, respectivamente.

Según esta última actualización de su Plan Estratégico, los complejos industriales de Repsol "se están adaptando para utilizar múltiples residuos de diferentes orígenes como materias primas para convertirlos en combustibles y materiales más sostenibles". La ambición -explica la petrolera- es utilizar tres millones de toneladas anuales de residuos y mitigar más de siete millones de toneladas de CO2 al año en 2030.

Repsol asegura así que está analizando "más de 40 tipos de residuos y tecnologías" para asegurar la producción de biocombustibles avanzados y materiales petroquímicos circulares.

Asimismo, la compañía se ha fijado como objetivo producir 2 millones de toneladas de combustibles "bajos en carbono" en 2030. En el primer trimestre de 2023 está prevista la puesta en marcha de la planta de "biocombustibles avanzados" de Cartagena.