IRENA –lo publicábamos ayer– ha puesto números al empleo en el sector de las renovables: 9,8 millones de personas trabajan ya en él, y en 2050 pueden ser 26 millones; esto es, casi tres veces más. Para los analistas de la agencia, este esperado crecimiento abre nuevas oportunidades de empleo a las mujeres, que, además, pueden "contribuir a que se amplíe el conjunto de habilidades y de talento en el sector e impulsar su desarrollo".
Los investigadores de IRENA subrayan que el sector de las renovables puede resultar más atractivo para las mujeres que el de las energías en general, "porque, generalmente, (las mujeres) son más receptivas a las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad local y mundial". En este sentido, remiten al estudio McElhaney de 2012, que investigó a más de 1.500 empresas y concluyó que el aumento de mujeres en las juntas directivas de dichas empresas conducía a más inversión en energía renovable y a una mayor consideración de los riesgos ambientales en la toma de decisiones financieras.
En 2016, la Agencia realizó otro sondeo, centrado en 90 empress de energías renovables de 40 países, en el que se vio que las mujeres representan un promedio del 35% de la fuerza de trabajo en el sector. Este hallazgo, similar al aportado por otras encuestas realizadas a escala nacional en Estados Unidos, Alemania y España en fechas anteriores, muestra que la proporción de mujeres en las energías renovables es mayor que en el sector tradicional de la energía, pero inferior a la de la economía en general (que ronda el 50%, aunque con notables diferencias según las áreas).
Principales barreras
Con el fin de conocer cuáles son las principales razones de esta situación, IRENA puso en marcha un nuevo sondeo –en colaboración con Bloomberg New Energy Finance y the MENA Clean Energy Business Council–, centrado en Oriente Medio y África del Norte. Una zona, conocida con el acrónimo de MENA, en la que hasta la fecha apenas existía información sobre datos desagregados por sexo en el sector de las renovables.
Los resultados de esta encuesta indican que las empresas que operan en eta región emplean a más hombres que mujeres (más del 50% de los encuestados así lo indicó). En las tareas de Administración trabajaban menos mujeres debido a la existencia de barreras invisibles discriminatorias hacia ellas; también es menos probable que puedan acceder a puestos técnicos debido a una visión sesgadas de los roles de género y una menor matriculación femenina en carreras científicas, ingeniarías, matemáticas, etc.
Otro dato proporcionado por el sondeo es que las mujeres que trabajan en energías renovables en la reión MENA ganan menos que sus colegas masculinos (al igual que ocurre en muchos otros países). Así lo destacó el 33% de los encuestados, si bien, curiosamente, los hombres eran más propensos a creer que los salarios eran iguales. Asimismo, quedó de manifiesto que aunque sobre el papel las políticas de maternidad en muchos de estos países son similares a las europeas y mejores que las de EEUU, se dan menos licencias por paternidad, como señaló el 40% de los encuestados.
The MENA Clean Energy Business Council, con el apoyo de IRENA y otros organismos internacionales, tiene en marcha otras iniciativas centradas en potenciar la presencia de las mujeres en el sector de las renovables, dar más voz a las profesionales que ya trabajan en el y a quienes estudian estas tecnologías y ayudar a todas a avanzar en sus carreras. Ofrece, además, una plataforma para que las mujeres de negocios se relacionen con sus compañeros y aprovechen la experiencia y el conocimiento de los altos ejecutivos y profesionales.
