El río sonaba desde hace tiempo pero ha sido a finales de abril –un mes de vértigo para los socialistas, que podrían haber sumado también la renuncia de Pedro Sánchez– cuando se ha confirmado la marcha de Teresa Ribera (Madrid, 1969). Abandona el gobierno de España para ser la número uno por el PSOE en las elecciones europeas del 9 de junio.
En sus años al frente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) las renovables han dado un puñetazo en la mesa y han confirmado lo que solo era cuestión de tiempo. Que la energía es cosa del sol, del viento, del agua… Falta un cambio extraordinariamente importante, pero la transición ya ha comenzado, y llegará también el día en que podamos decir no solo que la energía es cosa de las renovables, sino que las renovables son cosa de la gente, de los ciudadanos, de ti y de mi.
Teresa Ribera no lo ha hecho sola. Las energías renovables despegaron hace mucho tiempo, pero ella ha sido un factor clave para que el despliegue haya sido, por fin, masivo. ¿Por qué? Por su conocimiento de la materia, sin comparación con ningún político que la haya precedido. Y por su convicción de que las renovables –limpias, autóctonas y baratas– son esenciales para hacer de España un país mejor. Su nuevo papel en las instituciones europeas podría ser determinante para seguir avanzando a la velocidad de crucero que hemos alcanzado en los últimos años. Porque en lo que nos ocupa, lo que vale para España vale para Europa y vale para el mundo.
Ribera fue directora ejecutiva del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), directora de la Oficina Española de Cambio Climático y secretaria de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático. Desde junio de 2018 ocupa la cartera del Miteco. El 5 de octubre de ese año después del Consejo de Ministros dijo: “Me produce especial satisfacción este anuncio”. Lo que acababa de anunciar era que el impuesto al Sol pasaba a la historia.
En estos años ha aprobado la primera ley de Cambio Climático, ha liderado negociaciones como la del acuerdo que ponía fin a los combustibles fósiles en la Cumbre del Clima de 2023 (COP28), y su papel ha sido determinante en la más reciente reforma del mercado eléctrico. Si la BBC la situaba en 2021 como una de las personas más influyentes en la agenda global del clima, las fotos rodeada de ministros europeos en 2022, que la escuchaban con atención mientras se debatía el tope al precio del gas, han forjado ese perfil de líder en la transición energética en Europa. Que además, consigue cerrar acuerdos. Como el consenso logrado cuando España presidía el Consejo de la Unión Europea para la reforma del mercado de la electricidad.
Cuando se confirmó la noticia de su candidatura en las europeas Ribera dijo: “Queremos más Europa, más justa y solidaria, más social, verde y feminista. Sabemos que esta es la agenda que garantiza progreso y bienestar”. Su trayectoria demuestra que lo puede conseguir. Lo que no ofrece ninguna duda es que lo intentará con todas sus fuerzas y su saber hacer.
Hasta el mes que viene.
Luis Merino
lmerino@energias-renovables.com