El sistema de almacenamiento, basado en la tecnología de flujo redox de vanadio, permite -explican desde Endesa- una alta flexibilidad y modularidad, "evitando interrupciones del servicio y garantizando el suministro de energía limpia incluso durante los picos de demanda, mitigando las fluctuaciones naturales de producción que son inevitables en las plantas renovables". La instalación tiene una potencia de 1,1 megavatios y una capacidad de 5,5 megavatios hora, lo que la convierte en la mayor planta de almacenamiento de energía basado en baterías de flujo de vanadio en Europa.