Un aspecto especialmente llamativo del parque es que viene dotado de un radar que permite detectar la llegada de grandes bandadas de aves migratorias. Mediante aviso de este sistema, los aerogeneradores se paran si las condiciones de visibilidad entrañan peligro para las aves. Iberdrola Renovables afirma haber dedicado más de 4.000 horas a conocer las características y hábitos de la avifauna de la zona.
Asimismo, en el marco de su política de apoyo a las comunidades locales, la compañía ha firmado un acuerdo a largo plazo con uno de los colegios de la zona, Sarita Elementary School, para apoyar su nuevo laboratorio de ciencias. Así, la prensa local ha descrito el parque como “un modelo de desarrollo responsable”.
Pegado a la costa este del estado, el parque recibe vientos del mar por la tarde, “justo cuando se necesita energía eléctrica para el aire acondicionado, durante las horas más calorosas del día”, comenta Barry Smitherman, portavoz de la entidad reguladora Public Utility Commission. La producción del parque equivale al consumo de unas 70.000 familias medias estadounidenses, evita la emisión de unas 60.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y permite un ahorro de más de 24.000 toneladas de petróleo al año, según cálculos de la compañía española.
Iberdrola Renovables afirma que el 41% de su cartera de proyectos (es decir, 22.600 MW de un total de 56.000 MW) se sitúa en EEUU. La compañía está presente en catorce estados del país norteamericano, con una potencia instalada, a cierre de marzo de 2009, de 3.031 MW.
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