En North Seas Energy Cooperation participan Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega y Suecia. Los firmantes se proponen, mediante la nueva Agenda NSEC, reforzar la cadena de suministro eólica europea, según informó la asociación europea de la industria eólica, WindEurope, e instalar 76.000 megavatios de potencia eólica marina de aquí a 2030 (60.000 MW en el Mar del Norte), 193.000 a 2040 y 260.000 en el horizonte 2050.
Las naciones firmantes advierten, en todo caso, que para materializar todos esos objetivos, hace falta estrechar la colaboración interfronteriza y que, para ello, acuerdan en La Haya las acciones necesarias. A saber: impulso al desarrollo de las redes, un diseño adecuado del mercado, medidas para mejorar la financiación, el diseño de las subastas, la protección del medio ambiente y la seguridad energética en altamar.
A finales de 2022, la capacidad eólica instalada en alta mar acumulada de la UE27 era de 16.300 megavatios.
Red marina integrada y mallada
Las nueve naciones NSEC también han aprovechado su cónclave en La haya para dar la bienvenida al primer Plan de Desarrollo de la Red Marina (Offshore Network Development Plan, ONDP), que será publicado en enero de 2024. Este plan debe servir como guía para las inversiones que van a hacer falta para poner en marcha esa red. Los nueve ministros de NSEC se han comprometido a compartir información sobre los futuros desarrollos de redes terrestres y marinas así como sobre las futuribles instalaciones de electrolizadores para la generación de hidrógeno renovable.
Se comprometen, así mismo, a acelerar el desarrollo de los proyectos clave de infraestructuras interfronterizas y destacan la necesidad de que el diseño del mercado eléctrico de la UE concrete un marco regulatorio para los parques eólicos marinos híbridos. Por tales se entiende aquellos que están conectados a más de un país y, por consiguiente, pueden servir como interconectores entre redes.
Según WindEurope, estas instalaciones están llamadas a ahorrar recursos económicos y espaciales (activos de transmisión, por ejemplo) y a posibilitar el flujo de la electricidad entre países. Aunque Europa solo cuenta ahora mismo con un parque de estas características, muchos otros están ya en fase de proyecto, pero necesitan "más claridad" -advierte la la asociación de la industria eólica europea- en lo que se refiere al modelo económico y a los retornos esperables.
Aquí puedes leer la noticia que publicamos sobre esta alianza en noviembre pasado.