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Salvador Venegas: “La piratería solar es un peligro para el desarrollo de las renovables en México”

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Bajos costos, escaso control y corrupción en las aduanas, y la débil difusión respecto a este recurso renovable por parte del gobierno, son algunas de las causas que propicia la aparición del fenómeno de la piratería solar térmica, según afirma Salvador Venegas, director general de la compañía mexicana Bermasolar S.A. de C.V.
Salvador Venegas: “La piratería solar es un peligro para el desarrollo de las renovables en México”

El empresario detectó el fenómeno hace aproximadamente dos años, y es de los pocos que se anima a denunciarlo. En exclusiva con Energías Renovables, sostiene que, de no detenerse la distribución de calentadores solares de mala calidad, lo que podría ser un nicho en el futuro terminará por poner en mal sitio a las renovables en general. 

Todo comenzó cuando Venegas, ingeniero en sistemas electrónicos en el Instituto Tecnológicos de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y doctor de física por la Universidad de Oxford, descubrió en un pequeño centro comercial del norte de la Ciudad de México un local sin nombre, y con un único y pequeño letrero donde se anunciaba la venta de calentadores solares.

“Me llamó la atención lo improvisado del establecimiento –recuerda-, por lo que me acerqué. A la persona que atendía, de origen chino y que no hablaba muy bien español,  le pregunté el precio de un calentador solar, Me dijo que era de 3.000 pesos mexicanos (240 dólares - 166 euros), y 500 más por la instalación (40 dólares - 27 euros). Esto representa la tercera parte del precio al que yo vendo un equipo y servicio de las mismas características, que vendrían siendo 10.000 pesos mexicanos (802 dólares - 556 euros)”, cuenta.

El vendedor ofrecía una garantía verbal de cinco años, sin factura, y al momento del pago se daba un sencillo recibo sin especificación alguna.

“Comienzo a investigar y me doy cuenta que hay un mercado negro de equipos de calentadores solares, cosas que es muy de esperarse en México”, agrega.

De acuerdo con Salvador, los equipos provienen empaquetados por partes, una gran mayoría desde China.

“Todos sabemos que es muy fácil meter contrabando en México, si entran armas pueden entrar equipos solares. Es un negocio para todos, pues los equipos llegan a un costo muy bajo, pagan la mordida (soborno) a los agentes aduaneros y el resultado es que el precio de venta es muy debajo del de las empresas establecidas, que pagan impuestos”, comenta Venegas. Aunque es un procedimiento aparatoso, sostiene que no es difícil de realizar.

Los calentadores son físicamente iguales a los originales, sin embargo, para el director de Bermasolar el gran problema será la durabilidad a largo plazo. “¿Cuál es el problema de comprar sistemas solares baratos? Puedes estar totalmente seguro que es un producto de mala calidad. La energía renovable es negocio en el mediano plazo, no en el corto. Entonces, si compro un calentador solar, yo esperaría tener mi dinero de regreso entre dos y tres años, si el calentador me dura 15 años, tengo doce años de ganancia. Ahora, si el calentador me dura tres años, es algo así como una perspectiva pareja, sin ganancias para el consumidor”, considera.

Y agrega: “La instalación es otra cosa muy importante en los calentadores solares, ya que dependiendo del hemisferio donde te encuentres deben de tener cierta orientación, porque de no hacerlo no se aprovecha todo el calor que genera el sol durante todo el día. Debe tener una inclinación aproximada de 21 grados a nivel horizontal. La conexión que va del tinaco (depósito de agua) al calentador solar y este a su vez al calentador de gas, no puede hacerse con manguera de jardín, porque perderá calor en el trayecto del calentador solar al de gas, y se echa a perder. En el verano un calentador pirata puede funcionar, pero en el invierno ya no tanto, porque hay menos calor disponible en la atmósfera, con estos equipos hay una disminución de 10 grados centígrados en la temperatura”.

Una vez que Salvador Venegas descubrió aquel local, se propuso un trabajo empírico: “Me fui a recorrer el centro de la Ciudad de México, el sur, algunos otros barrios, generalmente populares, y descubrí el mismo fenómeno. Quiero matizar que no todo lo que se vende en el centro es de contrabando, pero hay algunos datos que para un mexicano son fácil de detectar cuando se está de contrabando: el local donde se encuentran los equipos tiene una mala presentación, cuando a quien te atiende le preguntas cosas concretas sobre garantías, facturas o especificaciones técnicas no te contesta con seguridad, ni sustenta lo que promete”.

Si bien Salvador no se arriesga a mencionar una cifra concreta, sí considera que en México y su área metropolitana ya existen dos decenas de locales que venden calentadores solares pirata, y asegura que están expandiendose lentamente por toda la Ciudad de México.

Y pone un ejemplo: “Imagina esto: si yo quisiera dedicarme a vender equipos solares pirata ¿dónde pondría mi localito? Pues en un lugar donde reine la ilegalidad, que al mismo tiempo tenga mucho flujo de personas, y donde sea fácil embaucarlas, que no estén muy informadas sobre cómo ser un buen consumidor y mucho menos respecto a la energía solar. Así, me iría a colonias, zonas populares, pauperizadas. En México, lamentablemente, en estas zonas prevalecen altos niveles de desinformación y abuso”.

Explica que estos locales tampoco duran mucho tiempo abiertos, a veces no pasan de un mes en el que detectan si la gente les compra. Si no funciona, se cambian de local. Rentar un local en centro comercial en una zona popular puede llegar a costar entre  2.000  y 3000 pesos mexicanos (160 y 240 dólares, 110 y 167 euros) mensuales.

Sin embargo, hay un detalle: ¿Cómo un producto con escasa difusión a nivel masivo, como los calentadores solares, pueda ya tener una venta a nivel pirata? Salvador explica que el tema está volviéndose popular en México porque conceptualmente no es difícil entender cómo funciona un calentador solar. Por ejemplo, la gente asimila cómo, cuando se deja el auto en la calle bajo el sol por largas horas, la misma sensación de horno que siente al abrir las puertas hace entender cómo funcionaría el sistema solar que calienta el agua.

“La energía solar, en todas sus modalidades, es una inversión. A todos nos gusta decir, sobre todo en foros de ecología, que tenemos calentadores solares de agua, celdas fotovoltaicas, y la consigna es ‘yo estoy salvando al planeta’. Quizás sí. Pero el argumento realmente poderoso para hacer de la energía solar una industria no es salvar el planeta, es generar una industria, que tenga beneficios económicos y de paso salvar el planeta”, comenta.

Según cálculos del director general de Bermasolar, actualmente en México se encuentran legalmente establecidas alrededor de 200 empresas de sistemas de calentadores de agua solares, la mayoría microempresas, que ya perciben el impacto de la piratería solar, sobre todo por que los márgenes de ganancia de por sí son bajos, y si todavía se tiene que luchar con la competencia desleal, la situación se complica.

“A Bermasolar todavía no le afecta tanto porque la comercialización de equipos es sólo una de nuestras líneas de negocio, pero no la más importante. Nuestra empresa fue pensada sobre todo para la investigación y para generar productos de alto valor agregado”, explica Salvador Elías.

El principal problema de la piratería solar, sostiene, es que está inhibiendo el desarrollo del mercado solar, aún incipiente en México: “Lo inhibe desde varias partes, desde la perspectiva del microempresario, que tiene márgenes de utilidad pequeños, la piratería le está robando los clientes, por lo que deja de ser un negocio y al que incluso puede abandonar. Por otra parte, si el consumidor compra un calentador solar pirata, instalado por un plomero no especializado, y resulta que no funciona, que es lo más probable que suceda, ¿qué va pensar de los sistemas solares y de las renovables en general?”, concluye.

Más información:
www.bermasolar.com

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internete
Los unicos piratas son los que pretenden monopolizar el sol, o peor aun: TAPARLO CON UN DEDO. internete 1234567 PD: Otra cosa es que haya calidades y precios variopintos.
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