El Real Decreto-ley establece una reducción de la percepción de la prima que, de acuerdo a los cálculos realizados por las asociaciones fotovoltaicas, será de un 30% dependiendo de la zona geográfica en la que se encuentre ubicada la planta. Es un recorte, que el sector califica de retroactivo, ante el que Convergencia i Unió (CiU) había planteado una enmienda, luego retirada, para rebajar en 10 puntos el recorte y dejarlo en un 20%.
Los promotores y propietarios de plantas fotovoltaicos notarán esa merma durante tres años: 2011, 2012 y 2013. Para compensarles, el Ministerio de Industria planteó que el derecho a cobrar la prima se extendiese de 25 a 28 años. Finalmente serán 30 años, según una enmienda presentada por CiU y el Partido Nacionalista Vasco y aprobada por la Cámara Alta.
Ese es el único consuelo para los afectados junto a la posibilidad de recurrir al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para intentar paliar las dificultades financieras a la hora de devolver los créditos solicitados. Se les facilitará el acceso al ICO, pero se ha rechazado que se abrieran dos líneas específicas, como habían solicitado nacionalistas catalanes y vascos.
La tercera y última enmienda admitida garantiza que en el futuro no puedan realizarse nuevos recortes en el número de horas de producción con derecho a cobrar la prima.
Ahorrar 2.200 millones
El ahorro que pretende el gobierno a cargo de la fotovoltaica es de 740 millones de euros al año, 2.200 millones durante los tres años de aplicación del RD-l 14/2010. Ayer en el Senado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dejaba la puerta abierta a la negociación, pero era rotundo al indicar que el ejecutivo no renunciaría a esos 740 millones anuales. Por ese motivo negó la posibilidad de que se computara la potencia pico y no la nominal a la hora de calcular las horas con derecho a prima, como le pidió el senador de CiU Jordi Vilajoana i Rovira. Hacerlo hubiera supuesto que el recorte sería de un 15% en vez de un 30%.
Asimismo, el Senado ha rechazado la enmienda que pedía que también se incluyese un mapa climático por zonas para el recorte de los tres primeros años, de modo que las regiones con más radiación solar, que son las que más horas producen, no tengan que sufrir una merma mayor en términos porcentuales.