El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU y se desarrolla en los territorios de la Mancomunidad Camp de Túria y la Mancomunidad Interior Tierra del Vino.
La creciente virulencia de los incendios y el papel clave de la silvicultura
En las últimas décadas, los incendios forestales se han vuelto cada vez más virulentos y difíciles de controlar, especialmente en regiones como la Comunidad Valenciana. Factores como el cambio climático, con temperaturas más altas, olas de calor intensas y periodos de sequía prolongados; el abandono del medio rural y la falta de gestión han favorecido la acumulación de biomasa en el bosque (ramas secas, matorral, árboles muertos), convirtiendo estos espacios en auténticos polvorines. Este último es uno de los principales riesgos que han intensificado la frecuencia y gravedad de estos fenómenos, afectando gravemente a la biodiversidad, al paisaje y a las poblaciones rurales.
Ante esta situación, se han implementado diversas estrategias y proyectos para prevenir y mitigar los efectos de estos desastres naturales. Uno de los más innovadores y prometedores es el proyecto Valencia BioValoriza, energía que cuida nuestros bosques. La gestión forestal planificada, mediante la limpieza selectiva, el aclareo y el aprovechamiento de la biomasa, contribuye no solo a frenar esta amenaza, sino también a mejorar la salud del ecosistema y a hacer los bosques más resilientes frente a las consecuencias del cambio climático.
Mejorará la biodiversidad de los montes, facilitando la recuperación de especies autóctonas como el enebro y la carrasca, cuyo crecimiento se ve limitado por la sobreabundancia de pinos. Además, la biomasa obtenida servirá como fuente de energía renovable, lo que supondrá un ahorro económico para los municipios y fomentará la instalación de nuevas plantas de aprovechamiento, como la existente en Serra.
Más allá de la prevención: una estrategia integral
BioValoriza se articula en torno a una estrategia de valorización de la biomasa forestal, con el objetivo de reducir el riesgo de incendios mediante la eliminación del exceso de combustible vegetal y la transformación de este en biocombustible. Para ello, se prevé la construcción de una planta de producción de astillas en Llíria y la ampliación de la planta de Serra que procesarán más de 100 toneladas de residuos forestales. El material resultante abastecerá a calderas de biomasa en edificios públicos, promoviendo el uso de energía renovable y disminuyendo las emisiones contaminantes.
El bosque como recurso: comienza la construcción de un quiosco sostenible
Otro de los avances tangibles es la construcción de un quiosco de madera, realizado íntegramente con materia prima procedente de la gestión forestal sostenible. Este equipamiento, que estará ubicado en un espacio natural del territorio, servirá como punto de información y dinamización ambiental, simbolizando el potencial del monte gestionado como motor económico y educativo.
Además, se ha entrado en los centros educativos de secundaria (IES) de ambas comarcas. A través de charlas y talleres sobre ocio en el bosque y prevención de incendios, el proyecto busca implicar a las nuevas generaciones en la protección de su entorno natural. La formación no solo se centra en los riesgos, sino que también promueve un uso responsable y respetuoso del monte mediterráneo.
Alianzas y colaboración territorial
El proyecto está liderado por la Diputación de Valencia y cuenta con la implicación de múltiples actores: la Universidad Politécnica de Valencia como soporte técnico y científico, los municipios de Llíria y Serra y las mancomunidades de Interior Tierra del Vino y Camp de Túria. Este enfoque colaborativo permite coordinar esfuerzos, compartir conocimiento y ampliar el impacto positivo del proyecto en el territorio.
El proyecto actuará sobre un total de 200 hectáreas de terreno forestal en los términos municipales de Llíria, Serra y Requena. Estas parcelas han sido seleccionadas por su alto riesgo de incendio debido a la densidad de su masa forestal y la falta de gestión en los últimos años. La empresa Tragsa será la encargada de realizar los trabajos silvícolas, de los cuales se extraerán más de 1.000 toneladas de biomasa, que se utilizarán para abastecer calderas de infraestructuras públicas, como edificios o piscinas climatizadas, promoviendo un modelo de energía renovable y local.
Beneficios que se multiplican
Los resultados esperados de BioValoriza van más allá de la prevención de incendios:
• Valorización de la cadena de valor de la biomasa.
• Calderas de biocombustible para edificios públicos.
• Generación de empleo verde en zonas rurales.
• Apuesta por la economía circular, mediante el aprovechamiento de subproductos forestales.
• Reducción de la huella de carbono, al sustituir combustibles fósiles por biomasa.
• Impulso a la conservación del patrimonio natural, al fomentar una gestión forestal que protege la biodiversidad.
• Educación y sensibilización ambiental, en las aulas y en el territorio.
Cuidar el bosque es energía para el futuro
La biomasa, al formar parte de un circuito cerrado de carbono, se presenta como una alternativa sostenible a los combustibles fósiles, ayudando a reducir la huella de carbono y estimulando la economía local.
Valencia BioValoriza es un ejemplo de cómo los fondos europeos, bien gestionados, pueden ser catalizadores del cambio en los territorios. Con una mirada transversal que une energía limpia, desarrollo rural, protección ambiental y formación ciudadana. Aspirando a convertirse en un modelo replicable para otras zonas de la Comunidad Valenciana y del territorio nacional.