Según las autoridades gubernamentales, se trata de una medida que está en la senda que desde hace años recorre Brasil, donde los vehículos flex fuel son alrededor del 70 por ciento del parque automotor de ese país, según la Asociación de Productores de Vehículos de Brasil (Anfavea).
Para los importadores de alta gama, que no poseen ese tipo de motor que puede funcionar tanto con combustible fósil como bio, es el mercado el debería fijar las pautas y no ser impuestas por las autoridades políticas. Sin embargo, desde el ministerio de Agricultura, Andrés Fernández dijo que la medida ha sido con el consenso de toda la industria automotor.
En tanto, en el sector azucarero, que es el que provee el bagazo de caña de azúcar con el que se fabrica el etanol, hay voces que descreen que la capacidad instalada y el área sembrada, principalmente en el Valle de Cauca, puedan permitir estar a la altura de esas necesidades futuras.
También otro punto que ha traído controversia con el etanol ha sido la bajada del precio. Las criticas, algunas desde el propio gobierno, se basan en que la decisión debió hacerse en el ámbito de la Comisión Nacional de Biocombustibles.