La decisión será confirmada oficialmente en la primera sesión formal de la asamblea general de Irena, que se celebra hoy. “En cinco años Irena tiene que convertirse en la referencia de la información y la cooperación tecnológica en renovables, proponiendo los estándares que faciliten el empuje global de estas tecnologías”, dijo ayer Amin.
Adnan Amin presentó también el informe anual de la organización y explicó que se enfocaba en temas de gestión e institucionales, con particular acento sobre los recursos humanos y financieros. Durante la discusión del proyecto sobre el establecimiento de comités, los delegados debatieron una propuesta de Sudán para que añada una referencia a la creación de un comité sobre cuestiones técnicas y tecnológicas.
El Global Wind Energy Council fue de los primeros en dar la bienvenida al nuevo director. “Con Adnan Amin, Irena comenzará a arrancar”, dijo el secretario general Seteve Sawyer. “Tiene la experiencia y el conocimiento necesarios para que Irena juegue un papel clave en la transformación hacia un modelo energético basado en energías limpias y renovables, lo que implicará también el desarrollo de nuevas industrias y enviar las sucias y peligrosas tecnologías de los siglos XIX y XX al cubo de la basura en el que deberían estar”.
Irena fue creada oficialmente en 2009 con el impulso, entre otros países, de España. Sus estatutos, hasta la fecha, han sido firmado por 149 Estados y la Unión Europea. Esta era la segunda vez en la que un español aspiraba a dirigir la Agencia. En junio de 2009, Juan Ormazábal perdió por 63 votos a 60 frente a la francesa Hélène Pelosse. Ayer, como cabía esperar, se dejó notar la influencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que había dejado ver sus preferencias a favor del director interino.
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