Básicamente, la propuesta presentada por López, que es también presidente del Consejo Nacional de Energía, plantea tres objetivos:
- Ampliar la lista de recursos naturales y de tecnologías que pueden gozar de los beneficios de la ley.
- Eliminar el techo actual de 10 MW para poder estimular el desarrollo de proyectos de inversión de mayor envergadura.
- Incluir la “ampliación de capacidad” de las centrales existentes (actualmente los beneficios aplican solo para nuevos proyectos).
Según se afirma desde el ministerio, "esta reforma beneficiará a las empresas que participen en la próxima licitación de 150 MW de energía renovable que está preparando el Consejo Nacional de Energía (CNE) y con la cual se esperan inversiones también por 300 millones de dólares".
También se asegura que "se espera que las reformas incentiven inversiones en proyectos del uso de fuentes renovables de energía mediante el aprovechamiento de recursos hidráulicos, geotérmicos, eólico, solar, marina, biogás y biomasa, así como cualquier otra fuente que a futuro sea identificada, a fin de que el país pueda transitar hacia una matriz energética más diversificada y más amigable con el medio ambiente".