De acuerdo con un comunicado la desarrolladora del proyecto, propiedad de fondos administrados por EIG Global Energry Partners, y que consta de 110 MW de capacidad termosolar combinados con una planta fotovoltaica de, también, 110 MW, ha sellado un acuerdo con la compañía South Pole, que se afirma realizado "según los rigurosos estándares y certificación de VERRA", organización que gestiona el programa VCS.
Así, se explica que "los bonos de carbono constituyen una alternativa para las empresas que no puedan disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero, que además estén interesadas en reducir o neutralizar su huella de carbono".
La información agrega además que "los estándares de carbono son un mecanismo reconocido internacionalmente para la identificación de las emisiones de carbono de las organizaciones que en alguna parte de su cadena de valor generan gases de efecto invernadero". La inversión en compensación de carbono ayuda a las organizaciones emisoras a tomar medidas de acción inmediata sobre la contaminación que generan.
Sales fundidas y receptor solar
En abril pasado se informó que la central ya tiene dispuestas y fundidas 46 mil toneladas de sales provenientes del mismo desierto en el que está localizada, en la que será la primera planta CSP de Latinoamérica. Dichas sales tienen la capacidad de conservar la energía captada durante el día y mantenerla, en un sistema de almacenamiento en tanques durante más de 24 horas.
Este hito se suma al alcanzado en marzo pasado, cuando se produjo el izado e instalación de su receptor solar, de 2.300 toneladas de peso, a 220 metros de altura, primera vez que se realizó este tipo maniobra en un proyecto similar a nivel mundial, según se informó oportunamente desde Abengoa.