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La culpa del apagón la tuvieron las centrales de gas natural

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Red Eléctrica solicitó a 10 centrales térmicas el día 27 de abril (víspera del apagón) que estuvieran disponibles, "a cambio de compensaciones económicas", para su empleo en tareas de control dinámico de tensión. Pero no lo estuvieron. Según la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, de las instalaciones que debían entrar por "restricciones técnicas" (así se denomina ese servicio de disponibilidad) "todas y cada una de ellas" presentaban el día 28 de abril "algún grado de incumplimiento" con respecto a esa disponibilidad. ¿Resultado final? Apagón en toda la península. La ministra no ha identificado ni las instalaciones ni a sus propietarios. Iberdrola, Naturgy y Endesa son las tres compañías con más megavatios de gas. Entre las tres suman más de 18.000 megas de los 26.000 megavatios de ciclos combinados que hay en España.
La culpa del apagón la tuvieron las centrales de gas natural

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado hoy la presentación del "informe del Comité de análisis de las circunstancias que concurrieron en la crisis de electricidad del 28 de abril", que publicará esta misma tarde, pero que, según ha adelantado, "va a contener información anonimizada". Los datos que podrían servir para identificar las empresas y personas jurídicas implicadas en lo sucedido "aparecen omitidos -ha dicho la ministra-, en aras de proteger los derechos y las garantías de todos, y conforme al principio de la confidencialidad, y en la mayor parte de las ocasiones a petición expresa de los actores". Así que en el informe figuran únicamente "los datos -ha reconocido- que los operadores nos han permitido exponer tras las solicitudes formuladas".

"Esta misma semana he solicitado ir a comparecer ante la Comisión de Secretos Oficiales", ha adelantado Aagesen, se supone (porque no ha aclarado más) que para compartir la información que el Ministerio no va a hacer pública.

La ministra ha querido repartir culpas: "faltaban capacidades de controlar tensión, bien porque no estaban programadas con suficiencia [ahí señala a Red Eléctrica, que es el operador del sistema eléctrico nacional, responsable de esa programación], bien porque las que estaban programadas [ahí señala a las compañías eléctricas] no proporcionaban adecuadamente lo que decía la norma... O una combinación de ambas [empate], pero lo que sí podemos afirmar hoy es que había parque de generación disponible suficiente para responder"

Energías Renovables extracta a continuación la comparecencia de Aagesen, hoy, en el Consejo de Ministros, comparecencia que ha empleado en (1) explicar las causas del apagón; y (2) avanzar las medidas que la semana que viene quiere aprobar en el próximo Consejo de Ministros para evitar que se repitan situaciones como la del pasado 28 de abril ("la primera medida que consideramos fundamental es el refuerzo de la supervisión y de la verificación del cumplimiento de las obligaciones de todos los agentes del sistema", ha dicho la ministra). A continuación, el extracto de su comparecencia.

«La mañana del 30 de abril, el Consejo de Seguridad Nacional indicó la creación del comité que investigase las circunstancias que concurrieron el día 28, un comité que finalmente ha estado integrado por profesionales estatales de reconocido prestigio, distintas habilidades, que, gracias a su visión integral, nos han permitido llegar hoy aquí.

Se han incorporado a ese comité, aparte de los equipos del Ministerio, el departamento de seguridad nacional de Presidencia del Gobierno, el Centro Criptológico Nacional del CNI, y el Estado Mayor por parte del Ministerio de Defensa. El Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas y la Oficina de Coordinación Cibernética, por parte del Ministerio de Interior, la subdirección general de Seguridad Digital del Ministerio para la Transformación Digital y el Instituto Nacional de Ciberseguridad.

Y hoy podemos decir que el comité ha cumplido ese mandato, de identificar las causas, y sobre todo, también, identificar actuaciones y medidas para que no vuelva a suceder. Y lo ha hecho en 49 días, la mitad del tiempo que daba Europa para que España presente su informe a la Comisión Europea.

Los trabajos se han dividido entre dos grupos: grupo dedicado a la ciberseguridad y sistemas digitales; grupo dedicado a la operación del sistema eléctrico.

Hemos trabajado sobre tres grandes premisas: rigor y datos, voluntariedad y cooperación por parte de los agentes, y en tercer lugar el objetivo final de aportar medidas concretas.

Ayer tuvimos la última reunión: catorce reuniones en total del comité de análisis; y distintas reuniones, 16 y 11, de los dos grupos de trabajo.

El resultado es un informe que debe entenderse como una herramienta de análisis y sobre todo como una herramienta de acción: una oportunidad para reforzar aquello que funciona, y para revisar aquello que se puede mejorar. Es un informe que no es un examen judicial. Es un trabajo que nos ha permitido ver cuál es la sucesión de los hechos, con el mejor conocimiento disponible, y que nos ha permitido llegar a un diagnóstico.

Dicho esto: es un análisis complejo, delicado, donde hemos identificado también datos contradictorios. Hemos identificado datos incompletos y también nos hemos encontrado con información que finalmente no ha llegado. Manifestadas estas omisiones, y hechas todas estas consideraciones, también es importante destacar que han quedado explicitadas en el informe, que se hará público esta tarde.

Pondremos en conocimiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia aquellas cuestiones que entendamos que deben merecer un estudio más en profundidad y para que se lleven a cabo esos procedimientos administrativos necesarios con las máximas garantías.

Por otro lado hablamos de un informe que tiene que respetar dos máximas: uno, el compromiso con la transparencia, y en segundo lugar, la obligación con la confidencialidad. Por eso el informe también va a contener una información anonimizada. Esta misma semana he solicitado ir a comparecer en la comisión de secretos oficiales.

Los datos que tienen la identificación de empresas y de personas jurídicas aparecen omitidos, en aras de proteger los derechos y las garantías de todos, y conforme al principio de la confidencialidad, y en la mayor parte de las ocasiones a petición expresa de los actores, pero también para proteger la integridad de los procedimientos que se derivan de esos hechos ocurridos el pasado 28 de abril. Figuran los datos que nos permite compartir la ley, y los que los operadores también nos han permitido exponer tras las solicitudes formuladas.

Hoy me gustaría destacar que hemos llevado a cabo la mayor investigación en materia de ciberseguridad que se ha dado en nuestro país, en España, una investigación en la que han participado más de 75 personas, en seis equipos, que han abarcado un período temporal desde el día 20 al 28 de abril, que han dedicado más de 1.200 horas de trabajo, más de 1.000 IPs investigadas y analizadas. Una coordinación sin precedentes desde el punto de vista público-privado. Más de 133 gigabytes de datos y registros. Catorce empresas analizadas, operadores del sistema, in situ.

Un trabajo que ha tenido lugar en tres niveles: el primer nivel, el cerebro del sistema, el operador del sistema; el segundo nivel, los más de 30 centros de control repartidos por todo el territorio [que se ocupan de renovables, cogeneración, residuos]; y un tercer nivel, que se dedica en más detalle a las instalaciones de generación en sí mismas.

Se han analizado posibles accesos no autorizados, evaluación de potenciales códigos dañinos existentes, indicios sobre los mismos, identificación de alteraciones no autorizadas; envío no controlado de señales u órdenes digitales que podían afectar al funcionamiento del sistema, entre muchas otras variables.

Ese trabajo ha permitido alcanzar dos conclusiones fundamentales, según la ministra
En primer lugar, se concluye que no existe evidencia de ciberincidencia o ciberataque como causa de la crisis energética, ni en el operador ni en distintos niveles. Sí se han identificado vulnerabilidades, carencias, malas configuraciones de medidas de seguridad que sí pueden exponer las redes a potenciales riesgos futuros, con lo cual este grupo va a aprovechar este contexto para emitir recomendaciones. Lo más importante es esto: identificar los riesgos e identificar las posibles herramientas y medidas.

En segundo lugar, la operación del sistema. Se han realizado más de 100 oficios, con 700 solicitudes de información, 16 reuniones de trabajo, 11 con los operadores. Y se han analizado más de 170 gigabytes de información. Hablamos de millones de datos, incluidos registros de alertas de scada, informes técnicos, valoraciones también cualitativas que se le han pedido a los distintos operadores, datos de registros oscilográficos, mediciones de las variables importantes del sistema (tensión, frecuencia, potencia activa, potencia reactiva). Un trabajo muy intenso durante estos 49 días.

Cronología
Desde la fase cero, de inestabilidad de tensiones en esa mañana e incluso los días previos...
27 abril. El mercado mayorista diario casa oferta y demanda a un precio dado. Y, después, Red Eléctrica [REE], pocas horas después, aplica restricciones técnicas para que el sistema funcione como es debido. Esas restricciones técnicas llevaron a programar el día 27 hasta 10 centrales térmicas para control dinámico de tensión.

Diez centrales repartidas por todo el territorio que no resultaron casadas en el mercado, pero que sin embargo el operador del sistema solicitó que estuvieran disponibles a cambio de compensaciones económicas.

Evidentemente estas restricciones técnicas se remuneran, con la finalidad única de controlar tensión, absorber o generar energía reactiva. Pueden hacer ambas cosas. [A más energía reactiva, más tensión. Para que la tensión no se dispare, es necesario absorber energía reactiva].

Sin embargo, a las ocho de la tarde del día 27, el día previo al apagón, una de las centrales previstas se declara indisponible. Indicó que no iba a estar operativa durante el día 28.

Ante este cambio, el operador del sistema tiene que reajustar en base al conocimiento y a la situación de ese momento, y decide reprogramar, pero no sustituir esa necesidad de ese parque térmico en las horas centrales del día 28. Es decir, decide proseguir con una previsión de recursos de control de tensión para las horas centrales del día inferiores a lo que había calculado a principios del día 27, horas antes.

A las nueve de la mañana ya hay inestabilidades.

A partir de las diez y media, vemos que la amplitud, esa inestabilidad de la tensión, esas subidas y bajadas de tensión, son mayores, más agudas. Se nos ha informado de que durante esa mañana se produjeron distintas llamadas desde los distintos centros de control localizados en el territorio, distintas empresas, al centro de control de REE advirtiendo de estas variaciones de tensión.

Con los datos disponibles, las tensiones sin embargo estaban dentro de los límites máximo y mínimo que dice la normativa. Por lo tanto, el sistema está dentro de límite, pero muestra inestabilidad.

La siguiente fase comienza a las doce y llega hasta las doce y media.

Ahora no hablo de subidas y bajadas. Hablo de vaivén rítmico en este caso. Y también en este caso es importante ver la amplitud de este vaivén. El sistema paneuropeo es enorme y sí existen oscilaciones de forma natural, siempre han existido, y seguirán existiendo.

Las oscilaciones pueden ser peligrosas, por supuesto, y pueden causar desconexiones en el sistema. Hay protocolos que los operadores del sistema aplican en estos casos. REE los aplica. Las oscilaciones son naturales, son conocidas y son relativamente frecuentes en el sistema.

La oscilación de las 12.03 no era sin embargo una de ellas. No es una oscilación conocida, ni típica en el sistema. Es una oscilación que hemos denominado atípica. Tiene una frecuencia de 0,6 herzios. Vibra más de lo normal, más que las habituales.

Y con la información disponible, es una oscilación con carácter local.

Y, aunque se ha detectado más allá de la frontera, en Francia y Alemania, tras la información de estos varios operadores se puede situar su origen en la península. REE ha vinculado esta oscilación con una instalación específica y con un comportamiento anómalo de la misma. [La ministra sin embargo no ha identificado esta instalación durante el Consejo de Ministros].

El operador, aplicando los protocolos, toma las medidas para amortiguar esas oscilaciones, que son eficaces, pero que también tienen otros efectos: aumenta la tensión.

Una de las medidas es reducir la exportación a Francia. Es una medida protocolarizada, que efectivamente reduce la exportación de energía a Francia, pero eso ocasiona reducir la generación dentro de nuestras fornteras. Y eso impacta en la subida de tensión.

Poco después, a las 12.16, la primera oscilación, que ya se había amortiguado, vuelve a aparecer, pero con una amplitud mucho menor, y vuelve a amortiguarse. Pero después, también, a las 12.19, aparece una nueva oscilación, está sí que es conocida, desde el centro de Europa, donde el operador tiene que volver a activar las medidas para amortiguar, volviendo a emplear la reducción del flujo de exportación. Todas estas medidas son eficaces pero a su vez tienen un efecto negativo en la tensión.

Por eso, con el fin de controlar la tensión del sistema, y con el objetivo de mejorar el amortiguamiento, la capacidad de reaccionar ante oscilaciones, lo que hace REE es ordenar conectar una nueva central en la zona sur. ¿Problema? Esta central necesita una hora y media para activarse. Se programa para las dos de la tarde para dar capacidad de regulación de tensión. El cero se produce a las 12.32.

REE detecta que las centrales que estaban disponibles para controlar tensión y las que también habían sido programadas para ello por restricciones técnicas no estaban regulando tensión según lo previsto por la normativa.

En este contexto pasamos a la fase dos: las pérdidas de generación. Inestabilidad de tensiones. Llegamos a las 12.32, cuando en ese momento ya lo que se percibe en el sistema es una subida de tensiones rápida, sostenida. La tensión no para de subir.

En un primer momento REE identifica desconexiones de plantas más pequeñas entre las 12.00 y las 12.32 (plantas pequeñas que el operador no puede ver, porque están en la red de distribución), para posteriormente ver desconexiones de mayor envergadura: ya habíamos hablado de las desconexiones de Granada, de Badajoz y de Sevilla, pero, haciendo zoom, podemos ver que ha habido nuevas desconexiones también durante esta fase, entre las 12.32.57 hasta las 12.33.18, son 21 segundos.

A las 12.32.57 dispara [se desconecta] una infraestructura de evacuación en Granada. Esta desconexión de generación vuelve a producir un aumento de tensiones. Diecinueve segundos más tarde se produce una segunda desconexión. En este caso, en dos fases, en Badajoz, también en una infraestructura de evacuación, esa infraestructura desconecta a la vez otras dos instalaciones de generación, en Badajoz y en Segovia.

Toda esta pérdidas de generación vuelven a tener un efecto cascada en la subida de tensiones. Y en apenas 1,3 segundos, se produce otra desconexión de menor entidad en Huelva, seguida de las desconexiones en Sevilla, Cáceres y Badajoz.

Las desconexiones de generación en este caso se produjeron por protección, ante la sobretensión. Sin embargo, con la información disponible también podemos afirmar que algunas de estas desconexiones ocurrieron de manera indebida. Otras sí que desconectaron a la vista de la información disponible dentro de los límites autorizados para proteger a sus instalaciones.

Fase 3. Colapso
Ya tenemos una situación de altas tensiones. Reacción en cadena, en una ola de sobretensión, que acaban produciendo también la pérdida del sincronismo con Europa a través de la interconexión con Francia.

Ocurre también el deslastre, es decir, la desconexión de las instalaciones que estaban consumiendo. En este caso, empezando por los bombeos. Y posteriormente, prácticamente en escasos segundos, el deslastre de los seis escalones que existen de demanda.

Todo esto ocurre en doce segundos, pero la gran pérdida de generación, las desconexiones y deslastres, ocurren en tan solo cinco segundos. La escalada de sobretensión era tal que en este momento podríamos decir que ya no había nada que hacer.

Una vez iniciada esta reacción en cadena, las desconexiones por sobretensión, su contención solo hubiera sido posible con una capacidad enorme de regular tensión, magnitud que cada segundo que pasaba era todavía superior. Y precisamente eso era lo que faltaba en el sistema: capacidad de regular tensión.

Por lo tanto, a las 12 y 33 y 30 segundos ocurre el colapso.

El apagón del pasado día 28 tuvo un origen multisectorial: confluyeron una combinación de factores. La causa del cero fue un fenómeno de sobretensiones, una reacción en cadena, desconexiones de generación que a su vez provocaron nuevas desconexiones.

Pero cuáles fueron los factores que nos llevaron a ese punto
1. El sistema no disponía de suficiente capacidad de control de tensión dinámica. Por una parte el programa final del operador del sistema para ese día con grupos de capacidad de control de tensión fue la menor desde que empezó este año, 2025. Pero por otra parte también es importante que con la información que tenemos del operador del sistema, los grupos de generación que tenían que haber controlado tensión, y que además muchos de ellos estaban retribuidos económicamente para ello, no absorbieron toda la reactiva que se esperaba, en un contexto de elevadas tensiones, con lo cual según el operador tampoco contribuyeron en ese contexto a controlar tensión.

Con lo cual faltaban capacidades de controlar tensión, bien porque no estaban programadas con suficiencia, bien porque los que estaban programados no proporcionaban adecuadamente lo que decía la norma, o una combinación de ambas, pero lo que sí podemos afirmar hoy es que había parque de generación disponible suficiente para responder".

2. La segunda causa. Las oscilaciones condicionaron el sistema. Hubo una modificación clara de la configuración del sistema respecto a lo previsto por sobre todo dos oscilaciones, una más atípica, otra conocida. Pero el operador aplicó los protocolos y medidas, pero esas medidas a su vez situaban el sistema en una situación de mayores tensiones.

3. Ocurrieron desconexiones en una primera fase. Desconexiones de generación [que hacen las compañías eléctricas] de las cuales algunas fueron aparentemente indebidas, que a su vez contribuyeron a este fenómeno de escalada de tensión.

¿Por qué no pudo contenerse?
Porque llegamos a un punto de no retorno, de reacción en cadena, imparable una vez iniciada.

Los instrumentos con los que cuenta el sistema para responder de forma automática a la pérdida de generación, esos cortafuegos de los que se ha hablado durante tanto tiempo, realmente lo que estarían atacando son los síntomas, pero no la causa. Se pierde generación y se puede aislar demanda, para que estén acompasados, pero la causa era que no había suficiente capacidad para regular tensión.

En el próximo Consejo de Ministros llevaremos un real decreto ley, con un paquete de medidas, con ocho bloques de actuación desde el punto de vista de la operación del sistema; y cinco desde el punto de vista de ciberseguridad y sistemas digitales.

La primera medida que consideramos fundamental es el refuerzo de la supervisión y de la verificación del cumplimiento de las obligaciones de todos los agentes del sistema.

Aceleraremos la puesta en marcha de la Comisión Nacional de Energía.

En segundo lugar, sabiendo que el problema ha sido la sobretensión, la idea es actuar en reforzar aquellos recursos que pueden controlar tensión y protegernos.

Y, en ese marco, acelerar la aprobación, que sabemos que está en ello, por parte de la CNMC (e implementar por parte de REE) la actualización del servicio de control de tensión: el procedimiento de operación 7.4.

De esta manera lo que ocurrirá es que todas las instalaciones de generación renovable también podrán regular control de tensión dinámica, que hasta ahora solo lo pueden hacer los equipos síncronos»

Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: "queremos incorporar de manera urgente en la planificación en la red de transporte distintas tecnologías que también permitan el control de tensión de una manera más automática, como son los compensadores síncronos, y elementos de mejora del control de tensión de las redes de distribución. Queremos trabajar en la mejora de los servicios de ajuste. Queremos acelerar la planificación de la red de transporte horizonte 2030 y los distintos concursos que queremos lanzar, apostar por el almacenamiento y la flexibilidad, modificando y facilitando su tramitación para que entre lo antes posible en nuestro sistema. Redoblaremos nuestros esfuerzos para ampliar las interconexiones. Y, por fin, queremos aprovechar los servicios que da el Incibe, y su expertise, para crear plataformas de intercambio e implementar sistemas de detección y control de eventos. Estas son las medidas que queremos de aquí a una semana aprobar aquí en este Consejo de Ministros"

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