Opel ha difundido hoy un comunicado en el que "desmiente categóricamente las afirmaciones de la Organización Medioambiental Alemana (Deutsche Umwelthilfe)". La compañía automovilística alemana dice en esa nota, literalmente, lo que sigue: "queremos, una vez más, hacer hincapié en lo siguiente, y que es válido para todos nuestros vehículos: el software desarrollado por GM [General Motors es el grupo al que pertenece Opel] no tiene características que detecten cuándo el vehículo está siendo sometido a una prueba de medición de emisiones". Según el fabricante alemán, "los resultados de la supuesta prueba realizada por la Organización Medioambiental Alemana (DUH) no son comprensibles, y no es justo que la Organización Medioambiental Alemana haga afirmaciones pero no facilite los supuestos resultados, a pesar de haber sido solicitados en múltiples ocasiones para hacerlos públicos".
Opel
En la nota que ha distribuido hoy, Opel asegura que, "después de recibir la comunicación de la Organización Medioambiental Alemana, nuestros ingenieros pusieron inmediatamente un vehículo equivalente (un Zafira con motor diesel Euro 6 de 1.6 litros) en el banco de pruebas y realizaron y protocolizaron las pruebas adicionales de conformidad con los reglamentos, tanto en banco de dos rodillos, como en otro de cuatro rodillos". Pues bien -explica Opel-, el resultado fue "que los valores fueron exactamente los esperados, en línea con los requisitos legales". Esto significa -insiste Opel- que "las acusaciones son claramente falsas e infundadas". Opel concluye diciendo que "tenemos procesos globales claros que aseguran que nuestros productos cumplen con todas las normas de emisiones de escape en los mercados en los que se venden".
Los gobiernos y el sector del motor
Greenpeace ha exigido en todo caso a los gobiernos "que actúen inmediatamente y no den por válidos los datos proporcionados por la industria del automóvil". Según la responsable del área de Clima y Energía de la organización ecologista Marina Bevacqua, “este nuevo caso demuestra que el sector no es fiable, por lo que si los gobiernos no cuentan con controles independientes y pruebas en condiciones de conducción reales, estarían siendo cómplices del daño a la salud y al medio ambiente que ocasionan las emisiones de los vehículos”. Daniel Moser, experto en transporte de Greenpeace en Alemania, ha sido más contundente en sus declaraciones: "todos los coches deberían ser testados inmediatamente. Los últimos resultados obtenidos por DUH muestran claramente que Opel también manipuló los límites legales de emisiones".
Energía 3.0
Greenpeace considera que las políticas de movilidad en las ciudades tienen que estar orientadas a las necesidades de las personas y no a la de la industria del automóvil, y para esto es necesario el diseño de un transporte inteligente, eficiente y alimentado 100% con energías renovables como muestra el modelo de transporte propuesto en el estudio Energía 3.0 de Greenpeace.
