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España matriculó solo 82 vehículos eléctricos durante el primer trimestre del año

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"El interés de las empresas españolas por incorporar vehículos eléctricos a sus flotas ha caído un 90% en el último año debido a los múltiples obstáculos que rodean a su implantación definitiva". Eso asegura el último Barómetro del Vehículo de Empresa que ha elaborado Arval, compañía de alquiler de vehículos del grupo francés BNP Paribas.
España matriculó solo 82 vehículos eléctricos durante el primer trimestre del año

"Tan sólo un 2% de las empresas españolas apostará por el vehículo eléctrico antes de 2014, mientras que el año pasado, el 21% tenía intención de hacerlo". Los híbridos pierden también posiciones y caen un 47% en intención de uso. Son algunas de las conclusiones que ha extraído Arval de su último Barómetro del Vehículo Eléctrico. Los datos constituyen un auténtico varapalo a las pretensiones del ministro de Industria, Miguel Sebastián, azote de las renovables –a las que no ha cesado de tocarle las primas a lo largo de los últimos años– o el hombre que puso todos los huevos –energéticos, se entiende– en la misma cesta: la del vehículo eléctrico, al que ha destinado decenas de millones de euros en ayudas durante los dos últimos años. Eso sí, el estudio de Arval –realizado entre más de 4.500 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en quince países, con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector- pone de manifiesto que el clima de desengaño no es exclusivo de España, sino que se extiende por toda Europa, donde sólo un 4% de las empresas planea sumarse a la moda del vehículo eléctrico (VE) en los próximos tres años, frente al 21% de 2010.

Oferta escasa y escasa autonomía
Según el barómetro, en el caso de España, el desencanto "viene motivado, fundamentalmente, por las limitaciones de uso que encuentran las empresas en estos vehículos". En este sentido, acusan la falta de una oferta lo suficientemente versátil como para ajustarse a las necesidades de la compañía (34% de los encuestados españoles). De hecho, a día de hoy –y siempre según Arval–, "la oferta de modelos es escasa y, si nos atenemos a su tamaño y autonomía, están más orientados a facilitar los desplazamientos urbanos que a servir como herramienta de trabajo".

Además, aunque la mitad de ellas reconoce que identifica áreas de actividad de la compañía donde sería factible el uso de un eléctrico, más de tres de cada diez descarta esta posibilidad por el reducido alcance de las baterías (34% de los encuestados), afirmando que si su autonomía fuera superior a los 300 kilómetros valoraría su incorporación a la flota. Tampoco el desarrollo alcanzado por los servicios en torno al VE ha generado en las empresas españolas la confianza suficiente, pese a su bajo consumo energético por kilómetro recorrido.

Las ayudas, no suficientes
De hecho, casi dos de cada diez tienen la sensación de que no existe una red de talleres suficiente como para garantizar un mantenimiento o reparación eficaz en cualquier punto geográfico del territorio. Según el barómetro, "ni siquiera las ayudas públicas han servido para hacer más atractivo el vehículo eléctrico para las compañías españolas, que, aunque consideran las subvenciones un estímulo (40%), siguen optando mayoritariamente por vehículos de combustión tradicional".

El Barómetro del Vehículo de Empresa –que cumple con esta su cuarta edición– muestra que, a pesar de las medidas del Ministerio de Industria para incentivar las ventas, la introducción de los vehículos eléctricos en el parque español no está viniendo, como se esperaba, de la mano de flotas numerosas, como las de las grandes empresas o las propias administraciones públicas, sino a través de pequeñas operaciones que representan “auténticas pruebas piloto”.

Apenas cuatrocientas unidades en 2010
En este sentido –señala Arval–, las matriculaciones de coches eléctricos sumaron sólo 82 unidades en el primer trimestre, que, unidas a las cuatrocientas del año 2010, dan como resultado una cifra muy lejana a los objetivos planteados por el gobierno, que quiere alcanzar un parque de 20.000 vehículos de este tipo a cierre de 2011. Así, y según el director del barómetro, Alejandro Madrigal, el programa de incentivos puesto en marcha por el Ejecutivo en mayo -en el que se contempla una subvención de hasta 6.000 euros por vehículo- difícilmente permitirá alcanzar las 250.000 matriculaciones previstas para el horizonte 2014, sobre todo, cuando el presupuesto total -72 millones de euros- tan sólo hará posible financiar alrededor de 12.000 unidades.

Asimismo, la incertidumbre sobre la depreciación de los vehículos con tecnologías eléctricas supone un freno para su desarrollo. Al no existir un histórico previo sobre el valor residual de estos vehículos, las compañías de renting se ven obligadas a asumir “riesgos” a no ser que los propios fabricantes se comprometan inicialmente a recomprar parte de esas flotas finalizado el periodo del contrato.

Los híbridos tampoco convencen
Los vehículos híbridos, por su parte, también han sufrido en el último año una estrepitosa caída del 47% en lo que respecta a la intención de uso por parte de las empresas. Sólo un 16% de las compañías españolas y un 22% de las europeas se plantea incorporar híbridos a sus flotas en los próximos tres años, lo que supone un retroceso de catorce y nueve puntos porcentuales, respectivamente, sobre 2010, cuando cerca del 30% tenía la idea de contar con ellos a corto plazo.

En este contexto –señala Arval–, los vehículos de bajo consumo siguen ganando terreno como la opción de movilidad más demandada por las empresas y más realista para garantizar trayectos eficientes. Así, ocho de cada diez compañías españolas y más de siete de cada diez europeas incorporará a sus flotas coches de este tipo antes de 2014, mientras que el año pasado estas apenas llegaban a la mitad (46%) en España, frente al 58% en Europa.

Esta intención de invertir de nuevo en coches después de que la falta de financiación obligara a prolongar la vida de los vehículos corporativos como medida de ahorro explica que las empresas prevean un crecimiento de las flotas cercano al 15% en los próximos tres años. Además, estiman que la presión sobre los costes de la flota crecerá en torno al 12% en 2011, lo que pone de manifiesto que las empresas están comenzando desde ya a dedicar una parte de la partida presupuestaria a la renovación de sus coches de empresa.

El 78% de las empresas no tiene planes de reducción de emisiones
Finalmente, el estudio pone de manifiesto que detrás de esta "lenta carrera hacia el vehículo eléctrico" subyace el "escaso interés de las empresas españolas por reducir el impacto ambiental de sus flotas". Tanto es así que el 78% de las compañías reconoce no contar con iniciativas para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, el 80% de las compañías afirma no haber modificado hasta la fecha su “car policy” para cumplir con las normativas europeas de contaminación. En este sentido, las compañías europeas muestran algo más de conciencia ecológica que las españolas, ya que casi cuatro de cada diez se ha preocupado de poner en marcha programas de medidas que minimicen los perjuicios de su flota sobre el entorno.

El Barómetro del Vehículo de Empresa se define como "una plataforma fundada en el año 2003 y lanzada en España en 2008 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos (responsables de flotas, fabricantes, proveedores del sector…)". Actualmente, este barómetro está presente en quince países, en los que estudia las prácticas actuales y las tendencias de futuro del sector, centrándose en todos los aspectos de movilidad de las empresas. En esta última edición se analizan aspectos tales como la presión sobre los costes, la penetración de los vehículos eléctricos en las flotas o el interés de las compañías por reducir el impacto ambiental de sus coches corporativos.

Arval es una compañía especializada en el renting de vehículos, perteneciente al grupo BNP Paribas, que ofrece a las empresas soluciones a medida para optimizar la movilidad de sus empleados y externalizar los riesgos inherentes a su flota de vehículos. Creada en 1989, cuenta con una plantilla de 4.000 empleados y está presente en 34 países donde cuenta con más de 667.500 vehículos financiados bajo los principios de asesoramiento experto y calidad de servicio. En España, Arval está presente desde el año 1996 y cuenta con más de 400 empleados. La cifra de vehículos financiados asciende actualmente a 82.000 unidades. 
 
Más información
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IMARGO
Es normal que no se vendan coches eléctricos por los grandes inconvenientes o trabas que se ponen. Las grandes empresas petrolíferas mundiales no lo pondrán fácil, pues lo suyo es la venta de petroleo y por lo tanto que las cosas sigan como estan. De todos es conocido que las petroleras dominan el mundo y tienen paquetes de acciones importantes de los principales fabricantes de automóviles y no van a tirar piedras sobre su propio tejado. El negocio está en el petroleo, no tanto en los automoviles.
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