Según E2Q, empresa dedicada a la prestación de servicios eléctricos al sector, existen solicitudes serias de construcción de parques eólicos marinos sobre las mesas de las distintas administraciones que sumarían 7.000 MW, lo cual, por otra parte, no sería de extrañar, pues los proyectos llevan acumulándose en los cajones de la administración diez años. Energías Renovables ha publicado hasta la fecha un buen puñado de reportajes referidos a muchos de esos proyectos.
El caso es que el llamado Mapa Eólico Marino –suscrito mediante resolución conjunta de las secretarías generales del Mar y de Energía y ahora al fin publicado– delimita las zonas de exclusión de instalaciones y las zonas aptas. Con respecto a estas últimas, establece específicamente una gradación para la implantación de parques eólicos marinos en función de los condicionantes ambientales.
Así, el mapa se divide en zonas litorales rojas (de exclusión), amarillas (aptas con condicionantes) y verdes (aptas). Las zonas verdes se sitúan, principalmente, en aguas de Castellón, Barcelona y Lérida, la frontera galaico-astur, Cantabria y País Vasco. En Cádiz, donde se registra la mayor concentración de proyectos de España, el código rojo es la norma. Allí, según la prensa local, el proyecto de Trafalgar de Acciona (1.000 MW), el más avanzado de todos, caería en zona amarilla.
También se hallarían en área "apta con condicionantes" (que ese es el significado que asigna el Estudio Estratégico a las zonas amarillas) dos proyectos cercanos de Iberdrola, que suman casi mil megavatios, y el proyecto Endesa-Enerfin, de 250 megas, ubicado a quince kilómetros de Vejer.
El Real Decreto 1028/2007 –que rige la tramitación a que están obligados los proyectos eólicos marinos– contempla un procedimiento en concurrencia, para estas instalaciones. La convocatoria de los concursos requiere la publicación previa del Estudio Estratégico Ambiental del Litoral ahora aprobado.
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