El encuentro, que se ha celebrado en el contexto de una actualidad energética condicionada por el impacto del apagón masivo del 28 de abril, ha puesto el foco en el futuro del sector eólico, un futuro marcado por vientos de inestabilidad geopolítica y cambios regulatorios.
Los números del viento en España
Para poner en contexto al sector eólico nacional, sirvan estas cifras: la eólica es la tecnología líder del mix energético con un 23% de cobertura de la demanda, cerca de 32 gigavatios (GW) instalados y 276 centros de fabricación. Más cifras: en 2024 se instalaron 1.188 megavatios (MW) eólicos cuando según señalan desde la AEE se deberían instalar "más de 5 GW al año para cumplir con los objetivos establecidos en el PNIEC". Por ello, el sector eólico considera que el ritmo de avance y el escenario a corto-medio plazo "no hacen viable pensar en su cumplimiento como un objetivo realista".
En la intervención inaugural del encuentro, la presidenta de AEE, Rocío Sicre, ha subrayado que "estamos viviendo un momento inédito" debido a un cero energético "que ha trastocado todo y nos hace cuestionarnos muchas cosas". Por ello, han subrayado que "toca utilizar este momento para atraer inversión, que es lo que necesita nuestro país".
Sicre ha pedido que "no se aproveche el momento para lanzar una batalla de exigencias a las tecnologías renovables que nos hagan cumplir requisitos difíciles de aguantar". Y es que, como ha explicado la presidenta de AEE, "nuestra tecnología y sus capacidades son claves para España", lejos de "generar inestabilidad en el sistema".
Rocío Sicre, presidenta de AEE: "La eólica lleva 25 años funcionando, ha tenido un crecimiento ordenado y ha tenido momentos del 60% de generación que no han generado inestabilidad en el sistema. Necesitamos sumar esfuerzos, ser transparentes, el apagón no debe entorpecer la transición energética".
Sicre ha señalado que "si queremos seguir avanzando hacia objetivos a 2030 debemos resolver, entre todos, las trabas que aún limitan nuestro despliegue, como las dificultades para tramitar y ejecutar proyectos en plazo, la inseguridad jurídica provocada por la judicialización en algunos territorios".
"Pero con todo esto, aún no es suficiente", ha insistido la presidenta de la AEE, quien ha subrayado que "España necesita más eólica, la necesita más rápido y la necesita con esquemas sostenibles para todos, que eviten situaciones de deterioro económico". Y no es solo una cuestión de interés sectorial. "Es una cuestión de país".
Miguel Rodrigo, director general del IDAE, que también ha estado presente en la inauguración del acto, ha explicado que "la energía eólica ha sido pionera en el despliegue renovable y es la primera para la que desde el IDAE hemos habilitado estrategias de economía circular, con el programa Repotenciación Circular, fruto del cual además de convertir 1.205 aerogeneradores en sólo 167 y pasar de una potencia de 600 KW a 5 MW". Además, ha recordado que "se están construyendo las seis primeras plantas de reciclaje de palas de aerogenerador en España".
Rodrigo ha ensalzado al sector eólico, "que es una ventaja estratégica a nivel país", no solo "por su peso creciente en la generación", sino también porque "es de los pocos sectores renovables con una cadena de valor que tenemos que preservar en nuestro país". Y es que "somos líderes en innovación en desarrollo y nuevas patentes eólicas". De hecho, "el 30% de las patentes de energía eólica marina flotante a nivel mundial son españolas".
El pronóstico reservado de las empresas
La primera mesa de debate del Congreso Eólico ha sido un espacio destinado a dar un marco de referencia a la situación del mercado en el que Loreto Ordóñez, CEO de Engie España; Jorge Barredo, director general de generación renovable de Naturgy; Alberto García Feijoo, CEO de Fe Energy y José Luis Adanero, director de planificación y regulación de Iberdrola, han tratado de identificar las dudas del mercado respecto al desarrollo de proyectos eólicos.
La mesa, moderada por Juan Virgilio Márquez, director general de AEE, ha arrancado con una primera frase tipo diagnóstico médico, en la que los participantes de la mesa han calificado la situación del sector. El diagnóstico de Loreto Ordóñez ha sido el siguiente:
"Yo no soy médico pero diría que el diagnóstico es pronóstico reservado, básicamente porque creo que depende muchísimo de cómo evolucionan determinadas patologías en los próximos en los próximos meses. A día de hoy estamos en un momento de inflexión en el que hemos logrado mucho crecimiento en este sector, pero cada vez es más difícil materializar proyectos eólicos. Estamos muy apalancados en muchas cosas. Por ejemplo, a día de hoy si eres un nuevo promotor en el mercado, conseguir capacidad de conexión y capacidad de evacuación es prácticamente imposible. La tienes que comprar y los múltiplos son muy altos. El permiting es una locura: 17 maneras de entender la tramitación del proyecto y 8.300 ayuntamientos distintos con licencias de obras diferentes entre sí. Una situación a la que se suma un contexto de precios de mercado que hace muy difícil la estructuración de todos estos proyectos".
Y todo estos factores conviven, además, con unos hitos administrativos "que yo creo honestamente que están bastante desconectados de la realidad que estamos viviendo" ha señalado Ordóñez. "Si nos creemos el PNIEC, claramente hay que tomar medidas para atacar todas esas patologías, porque si no, efectivamente, no seremos capaces de materializar los objetivos a 2030".
Por su parte, Jorge Barredo, director general de generación renovable de Naturgy, ha coincidido con su compañera ya que, a su parecer, "hay una gran desconexión entre la potencialidad y el acto". En concreto, Barredo ha explicado que "las administraciones locales piensan que detrás de las instalaciones eólicas hay una rentabilidad enorme en la que todo el mundo puede ser partícipe". Pero, la realidad es que "el año pasado se construyó un gigavatio. En el anterior, 600 megas" y el objetivo es "desplegar otros 30 GW en los próximos cinco años".
Por ello, considera que "es el momento de poner los pies en el suelo y trasladar la realidad de lo difícil que es convencer al que tiene capital para que lo invierta en eólica en España". Además, ha descrito una situación en los territorios en la que se cree "que hay dinero para todos y que el que instala eólica se está forrando", cuando "a día de hoy, es muy complejo desarrollar un parque".
Además, Barredo ha señalado que "las expectativas a largo plazo de crecimiento de la demanda no justifican más instalaciones, ni eólicas ni solares ni de ningún tipo".
Un Congreso para analizar el horizonte eólico a futuro
Dos días de conferencias con más de 50 ponentes, 9 sesiones y 4 keynotes para analizar temáticas como la competitividad de la industria eólica, el escenario post black-out, la operación segura del sistema, la financiación, el trading y mercado energético, los servicios de balance, el almacenamiento, la tramitación de proyectos, la repotenciación, el desarrollo en los territorios, la coexistencia con la biodiversidad, y un análisis del papel de EE.UU., China y de Europa en el escenario eólico mundial.
Tras el primer día de Congreso, se celebrará la Gala Eólica junto con la entrega de los Premios EOLO 2025, en sus cuatro modalidades: Fotografía, Innovación, Integración Rural, Microrrelato y Reel Eólico.
Julián Fuentecilla, alcalde de Soba (Cantabria), municipio galardonado este año con el Premio Eolo a la Integración Rural de la Eólica, afirma que la implantación de la eólica en el territorio ha significado "llevar a cabo innumerables obras que han beneficiado enormemente a Soba, como por ejemplo la rehabilitación de los municipios, importantes obras de abastecimiento de agua de saneamiento, también se han renovado edificios públicos para centros socioculturales.
En definitiva, ha servido para adaptar y modernizar un entorno rural, y así contribuir a mejorar la vida de los habitantes". Julián Fuentecilla sobre el futuro declara: "El parque eólico Cañoneras de Iberdrola tiene previsto una ampliación, que esperamos que se haga lo antes posible porque supondrá más recursos y, por consiguiente, mejoras en las infraestructuras que beneficiarán a la vida de nuestros vecinos". Soba es el tercer municipio de Cantabria en extensión y el primero con la mayor cabaña ganadera en territorio cántabro.
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