La empresa ha comunicado unas inversiones previstas por valor de 12 millones de Euros para ampliar sus centros de producción europeos. La evolución ralentizada experimentada por sus mercados tradicionales debe compensarse con nuevos objetivos de exportación.
Polytechnik celebró su 50 aniversario junto con sus colaboradores y clientes el pasado 23 de octubre. Una celebración con invitados de alto nivel político e industrial como el ministro de finanzas austriaco, Hans Jörg Schelling; Wolfgang Sobotka acudió en representación del gobierno de baja Austria; también estaba el presidente de la Camara de Economia, Christoph Leite; el senador Richard Schenz; y el presidente de la Federación de Biomasa, DI Josef Plank. Todos hablaron de los avances que han convertido a la empresa de baja Austria en un líder en tecnología.
El nombre Polytechnik es garantía de calidad. Y así lo reconocen en uno de los países que más ha contribuido al desarrollo de la biomasa, y que el año pasado concedió a la empresa el escudo nacional de la República de Austria. Más de 3.000 instalaciones de Polytechnik funcionan en todo el mundo para satisfacción de sus clientes.
Los porcentajes de exportación de la empresa austríaca se sitúan actualmente en casi el 100%. En cuatro fábricas con certificado ISO 9001 y 15 filiales de ingeniería, comercialización y servicio técnico repartidas por toda Europa, así como en otros puntos de soporte en ultramar. En total trabajan en la empresa más de 240 empleados.
Continuidad familiar
A pesar de que la cifra de empleados en Polytechnik se ha multiplicado por más de 100 en los últimos cuatro decenios, el espíritu familiar sigue vivo en toda la empresa. Actualmente, dos generaciones de la familia participan en la dirección de Polytechnik, lo que asegura su continuidad.
El propietario mayoritario, Leo Schirnhofer, dirige la empresa junto con su hijo Lukas. “Nosotros definimos el concepto ‘familia’ de manera un poco más amplia”, dice Leo Schirnhofer. Se refiere a que una parte del personal, los actores que han ido ampliando sus departamentos de manera consecuente hasta alcanzar el tamaño actual, cuenta con participaciones de la empresa.
25 o 30 años de pertenencia a la empresa no son ninguna rareza en Polytechnik, demostrando la filosofía de la empresa orientada hacia la sostenibilidad. En palabras de Schirnhofer, “a este respecto hemos preparado con la suficiente antelación y meditación el futuro cambio generacional en la dirección”.
“Continuidad y fiabilidad son conceptos de máxima importancia para los clientes de Polytechnik, ya que la auténtica relación con el cliente empieza con la puesta en servicio de la instalación suministrada y el mantenimiento de la misma –continúa Schirnhofer–. Entendemos la sostenibilidad de forma más amplia que únicamente como un concepto tecnológico o ecológico”.
Crecimiento de igual a igual con clientes globales
En los 50 años de historia que acumula, Polytechnik pasó de fabricante de sistemas de aspiración y filtrado a convertirse en uno de los proveedores líderes a escala mundial en planificación y suministro de equipos llave en mano de combustión de biomasa para la generación de calor y electricidad. La empresa ofrece calderas con una potencia que va de los 300 kW a los 30 MW. En función del tipo y del contenido de agua del combustible se utilizan diferentes sistemas desarrollados especialmente por Polytechnik. Los fluidos elegidos como soporte son el agua caliente sanitaria, agua caliente, vapor o termoaceite. Los equipos pueden utilizarse tanto para la generación de calor para calefacción y para procesos como para la generación de electricidad.
Entre sus clientes encontramos al principal fabricante de aviones europeo, grupos británicos de transformación de proteínas o grupos rusos de transformación de la madera, líderes en su campo a escala mundial. “Hay instalaciones nuestras desde Nueva Zelanda a Siberia. En nuestra condición de socios para el desarrollo tecnológico, ayudamos a nuestros clientes a colocar el suministro energético de su producción a un nivel neutro en lo que respecta a emisiones de CO2”, apunta Leo Schirnhofer, director de la empresa. El cambio a la tecnología de biomasa permite unos ahorros anuales de CO2 de hasta 100.000 toneladas por empresa, lo que demuestra el importante papel que estos equipos juegan en la protección climática.
Inversiones en I+D
La pretensión de muchas empresas industriales importantes de lograr la independencia energética es un motor clave del modelo de negocio del especialista austríaco en biomasa, que trabaja con un claro enfoque hacia la exportación. “Esta estrategia también tiene riesgos, pero son riesgos que se encuentran en un marco previsible”, explica Schirnhofer.
“La empresa ha tenido que afrontar reducciones en el mercado ruso, pero tenemos una clara presencia global para anclar aún más nuestra filosofía sobre la biomasa. La exportación y la innovación son, en nuestra opinión, las únicas opciones existentes para asegurar puestos de trabajo altamente cualificados en Austria”.
Para competir en la cima de la tecnología, Polytechnik invierte entre el 2,5 y el 5% de la facturación anual en investigación y desarrollo. “De nuestras pruebas y ensayos sabemos que, por ejemplo con Miscanthus, turba o también con paja de los gallineros se puede generar calor de manera eficiente. Lo que nos hace muy flexibles”, explica Schirnhofer.
Las materias primas biogénicas están en todas partes. Son sostenibles y están disponibles a nivel local. Con ello se eliminan largas rutas de transporte y se reduce la dependencia de materias primas a nivel internacional, una dependencia que sigue siendo la raíz de muchos conflictos políticos. El modelo de biomasa marca Polytechnik permite pensar localmente, pero actuar a nivel global.
Siendo consecuentes con todo ello, Polytechnik se prepara a nivel local para la siguiente etapa de crecimiento. Para ello, los propietarios dejan clara su apuesta por su fábrica principal en Austria, así como por la producción industrial en Europa.
“Considerando la estabilización de la evolución económica a nivel mundial que esperamos, tenemos previsto invertir 12 millones de euros hasta el 2020 en nuestra producción industrial en Europa. En nuestra sede de Triestingtal se ampliará la superficie destinada a producción en 2.000 m2 y la superficie para oficinas en 500 m2 más. En el mismo período juntaremos en un solar industrial ya adquirido de 8,5 hectáreas las dos fábricas que tenemos en Hungría, creando una fábrica nueva con una superficie de 8.000 m2 para producción y 1.000 m2 de superficie para oficinas”, explica Leo Schirnhofer.
