El biocombustible utilizado para alimentar la caldera serán astillas procedentes de las actuaciones de mantenimiento y mejora forestal de los bosques de la comarca del Bages (Barcelona). Según el Departament de Justícia, con este proyecto se apoya el trabajo de la Federació de les Agrupacions de Defensa Forestal del Bages y de las asociaciones de propietarios forestales de Cataluña, encaminado a conseguir una nueva gestión forestal, reducir el impacto de los incendios en estos bosques (el Bages es una zona muy castigada por ellos) y fomentar una nueva forma más limpia de producir energía.
Cuando entre en funcionamiento la caldera de biomasa, compartirá el suministro de energía térmica al centro penitenciario con otra de gas natural, “que se diseñó con criterios de ecoeficiencia tanto en la construcción como en los elementos y sistemas que la conforman”, apuntan desde el Departament que dirige Montserrat Tura. También afirman que con la futura caldera de biomasa prevén cubrir en torno al 45% de las necesidades de agua caliente sanitaria de la cárcel.
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