El foro sirvió para confirmar la apuesta de Horcona por la futura planta de fabricación de biodiésel. Según sus responsables, debería ubicarse cerca de un foco de dióxido de carbono, como una petroquímica o una central térmica, ya que el biodiésel se sustrae del proceso que realizan las microalgas y cianobacterias, que absorben dióxido de carbono y desprenden oxígeno.
Más de mil cepas investigadas
Ignació Grilló no especificó dónde se situaría exactamente esta planta piloto en Aragón, que en una primera fase tendrá sólo cuatro empleados, pero en la que pueden llegar a trabajar entre 100 y 200 personas en el caso de que se cumplan las expectativas que tiene la compañía.
La investigación en microalgas y cianobacterias es uno de los referentes de Ecofuel, que trabaja en este campo conjuntamente con el Instituto Biomar de León, donde se han estudiado y caracterizado más de mil cepas de estos organismos. Entre ellas, la Dunaliela salina, alga que puede encontrarse en abundancia en el territorio aragonés.
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