Entre los motivos que alegaban desde el MEM para modificar esa obligatoriedad estaba el de que sólo se permitiría el aumento de dos a cinco por ciento, tal cual ya estaba reglamentado, cuando la producción nacional de oleaginosas, materia prima del biocombustible, aumentara y permitiese que las plantas locales dejasen de importar insumos.
Los empresarios del sector, por su parte, ya habían dejado claro que la industria nacional puede absorber sin problemas la mezcla obligatoria de 5 por ciento a partir de 2011, y que de no continuarse en esa línea podrían originarse problemas respecto de inversiones futuras en el sector.
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