El pasado lunes 18 de diciembre tuvo lugar una reunión en la sede de la Unión de Extremadura en Mérida a la que acudió Acciona para responder y aclarar su posible responsabilidad en la “competencia desleal” de la que era acusada por la primera. El motivo es la utilización de paja en centrales de biomasa, y más en concreto en la de Acciona en Miajadas, que se detrae de la alimentación para ganado en un momento de escasez y altos precios por la sequía.
Acciona adelantó que su planta “no tiene una incidencia significativa en el mercado de paja de Extremadura” porque la que consume “sólo representa aproximadamente el 4 por ciento” del total de la comunidad autónoma. Afirma que con este consumo “es imposible que tenga alguna responsabilidad en la situación que denuncia Unión de Extremadura”.
Esta organización de agricultores y ganaderos valoró de forma muy positiva la reunión “y el compromiso de la industria de no ser una competencia con los ganaderos en tanto duren los efectos de la sequía”. Acciona reconoció que funciona ahora con aportaciones de paja mínimas para asegurar su operación, debido precisamente a la situación de sequía.
Imposible quemar más leña
Ante la petición de los ganaderos de incrementar el consumo de leña, la compañía afirma que “la ostensible reducción del consumo de paja hasta niveles que superan el límite técnico de diseño” hace imposible “incrementar aún más la participación del combustible leñoso”. La planta, aclaran, fue diseñada para funcionar con un 70 por ciento de biomasa herbácea y un 30 por ciento leñosa, y actualmente lo hace al 50-50 para un consumo anual estimado de unas 45.000 toneladas en 2017, frente a las 80.000 de 2011.
Acciona explicó a Unión de Extremadura que “parte de la paja consumida actualmente responde a estocajes de campañas anteriores, debido a una política de acopio en años excedentarios, motivada en que nuestro modelo de negocio no nos permite repercutir en precios los costes de producción, por estar sometidos a un sector regulado y al mercado eléctrico”.
Colaboración con los ganaderos para conseguir mejores proveedores de paja
También expusieron que no han contratado nueva paja desde junio de 2017 y que no toda es adquirida en Extremadura, “con lo que la incidencia en el mercado extremeño es aún inferior”.
Desde la organización agraria y ganadera confirman este punto y que Acciona, “a los precios actuales de la paja, no la va a adquirir, ya que no les es rentable pagar por encima de los sesenta euros por tonelada”. Además, añaden que “han ofrecido a los ganaderos de La Unión los contactos de los proveedores de paja para que tengan más oferta de esta materia prima”.
En la misma nota de prensa, aseguran que “hemos remitido un escrito a los responsables de la otra industria de biomasa de Extremadura, Ence (Energía y Celulosa), situada en Mérida, para intentar conseguir el mismo compromiso de no que no acaparen paja de cereal mientras duren los efectos de la sequía”.
Ence no compite “con otros posibles usos prioritarios de la biomasa”
Ence emitió ayer un comunicado respondiendo que no consume para la generación de energía “ningún tipo de biomasa que pueda ser utilizada para la alimentación del ganado, la paja incluida, según establece el Decálogo de Ence para la Sostenibilidad de la Biomasa como Combustible”.
La compañía gallega echa mano de este decálogo, presentado en julio en Madrid, para destacar que no compite “con otros posibles usos prioritarios de la biomasa, como son la alimentación del ganado”. Igualmente, dice garantizar que no utiliza “biomasa procedente de cultivos energéticos en tierras aptas para la agricultura y la producción de alimentos”.
Por último, recalca que sus compromisos “parten del respeto al entorno natural”, para lo que garantiza “el mantenimiento de la capacidad de renovación de la biomasa y la calidad del suelo”. Concluye que no quema rollizo de madera de más de diez centímetros ni emplea en sus plantas madera cultivada de especies invasivas.