Andalucía puso en marcha un total de 58.000 nuevas instalaciones de autoconsumo en 2024, lo que eleva el número de instalaciones de este tipo en la comunidad autónoma en más de 171.000, con una potencia instalada en hogares y empresas superior a los 1.560 megavatios, es decir, el 11% de la capacidad renovable instalada en Andalucía. Según informa la Junta, las instalaciones de autoconsumo se han multiplicado por 65 entre el año 2019 y 2024. Por ejemplo, siguiendo el informe de seguimiento del Plan para el Ahorro Energético de la Junta de Andalucía para el periodo 2022-2026, la administración andaluza ha ahorrado en los 18 primeros meses de aplicación un total de 40,45 gigavatios anuales, alcanzando así el 30,5% del objetivo marcado a 2026, que es conseguir un ahorro en el consumo eléctrico convencional de la Junta de Andalucía del 12%. Esta mejora en el consumo de energía eléctrica está ya permitiendo un ahorro económico anual de 9,8 millones de euros, el 33,2% del objetivo planificado a 2026, así como evitar la emisión a la atmósfera de 14.027 toneladas de CO2 anuales, consiguiéndose ya el 43,3% del objetivo marcado hasta el final de su vigencia.
Entre las medidas puestas en marcha en este Plan se encuentra el impulso al autoconsumo de electricidad a partir de energías renovables en los edificios públicos que está llevando a cabo la Junta de Andalucía, que ha permitido que sólo en el último año 178 sedes lo hayan incorporado en sus inmuebles. De esta forma, son ya 425 centros de consumo (el 43% del objetivo marcado para 2026), pertenecientes a once de las 14 consejerías, los que disponen actualmente de instalaciones solares fotovoltaicas para cubrir parte de las necesidades energéticas de sus inmuebles, alcanzando los 14,05 MW de potencia instalada, con los que se evitan 5.367 toneladas de emisiones contaminantes.
Además, desde la Junta de Andalucía se esta impulsando el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas a través de un modelo de colaboración público-privada y con las entidades locales, que se va a plasmar, tras el Acuerdo del Consejo de Gobierno del pasado 24 de febrero, en una hoja de ruta en la que está trabajando la Consejería de Industria, Energía y Minas. El objetivo es promover la puesta en marcha de, al menos, 1.000 nuevas instalaciones para autoconsumo colectivo, comunidades solares y energéticas, a fin de alcanzar una potencia de 68 megavatios en 2026. Con la Hoja de Ruta también se pretende promover el autoconsumo industrial como elemento para reforzar la competitividad de las empresas y mejorar el desempeño ambiental en los espacios productivos andaluces.
Objetivo 2030
El Gobierno andaluz ha revisado al alza los objetivos marcados en la Estrategia Energética de Andalucía con horizonte 2030 tras constatar un notable avance en la consecución de las metas establecidas al cierre de 2023 referentes a la reducción de emisiones contaminantes asociadas al consumo de energía o la generación eléctrica procedente de fuentes limpias. Así, en la última reunión de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia Energética de Andalucía 2030, que preside la Consejería de Industria, Energía y Minas, la Agencia Andaluza de la Energía presentó los principales resultados cosechados al cierre del año 2023, que han motivado en buena medida que el Gobierno andaluz incremente su ambición frente a los objetivos energéticos planteados.
Por ejemplo, en el ámbito de la descarbonización del consumo de energía, que establece la reducción de, al menos, el 50% de las emisiones de CO2, se ha alcanzado ya el 85% de la meta establecida para 2030. Y para el objetivo de aportar al menos el 42% de energías renovables sobre el consumo final bruto de energía, en 2023 se logró el 54% de la meta fijada a cinco años vista. Asimismo, se han superado las tres cuartas partes (en concreto, 76%) del objetivo de incrementar la generación de origen renovable hasta suponer, al menos, el 75% del mix eléctrico, según informa la propia Junta. También se había alcanzado ya en 2023 el 92% de la meta marcada a 2030 de reducir como mínimo el 39,5% el consumo tendencial de energía primaria y se había superado en 13 puntos (113%) la mejora del suministro energético. Además, gracias al impulso del Plan para el Ahorro Energético de la Administración de la Junta de Andalucía a 2026, se ha conseguido ya el 21% del objetivo de mejorar energéticamente el parque edificatorio de la Junta.
Con estos resultados, la Comisión de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia Energética de Andalucía 2030, ha acordado la aprobación formal del incremento de los objetivos renovables de la comunidad autónoma, y además ha aprobado incorporar nuevos programas de actuación para el segundo periodo de vigencia de esta planificación, a fin de reforzar las actuaciones que está llevando a cabo para incrementar la aportación andaluza a la transición energética. Así, Andalucía se plantea alcanzar un 48,5% de aportación de energías renovables al consumo de energía final, aumentando de este modo el objetivo del 42% establecido inicialmente en la Estrategia. También pretende lograr un 82% de aportación de energías renovables en la generación de electricidad que tiene lugar en Andalucía, frente a la meta inicial que se situaba en un 75%. Y ha aprobado reducir un 55% las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía en Andalucía, frente al valor del 50% que se marcó originalmente en la Estrategia.
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Pues algo de razón tiene usted. En Andalucía, en las viviendas unifamiliares han prosperado las placas fotovoltaicas como setas estos últimos años al calor de la subvención y de los precios de la energía al principio. Y, ahora, con el incremento de la competencia y la bajada de los precios de instalación siguen prosperando aunque a menor ritmo. Sobre lo de las placas de ACS, no interesan a día de hoy. A igualdad de inversión merece más la pena instalar potencia fotovoltaica que, en invierno va a ser capaz de calentarte el agua en un barato y sencillo termo eléctrico y, el resto del año te va a sobrar energía con la que disminuir la factura de la luz. Y, además, la vida del depósito de agua caliente de las placas ACS es muy inferior al de una placa fotovoltaica, siendo además el elemento más caro con diferencia de la instalación y su reparación no suele merecer la pena. ¿Qué se está haciendo mal? Pues que en las construcciones de vivienda colectiva no se obliga a prever espacio y canalizaciones eléctricas necesarias para que cuando cada propietario lo decida pueda instalar fotovoltaica sin tener que pasar por las difíciles aprobaciones de las comunidades de propietarios. Esa razón explica el porqué no hay más instalaciones fotovoltaicas. La mayoría de la población vive en edificios que no tienen espacio para poner placas fotovoltaicas suficientes y, cuando lo hay, los vecindarios no se ponen de acuerdo....
Lo que se está haciendo mal es que la mayoría o un porcentaje muy importante de la población vive en bloques de viviendas donde plantear y, más aún, poner de acuerdo a los vecinos para estas temáticas es tremendamente complicado.... En viviendas unifamiliares han crecido como setas y sigue creciendo, a pesar de que las subvenciones generosas han acabado o disminuido bastante. Respecto al ACS, es más rentable invertir ese dinero en fotovoltaica, ya que te permite tener agua caliente aunque sea a base de termo eléctrico convencional y, además disminuir tu factura eléctrica a igualdad de dinero invertido. Otra cosa que se hace mal es que en las viviendas colectivas de nueva construcción no se diseñen con espacio e infraestructuras necesarias para instalar placas fotovoltaicas, algo que debe ser muy económico si se diseña de inicio. En su lugar, se exige aerotermia que puede ser mucho más cara que una climatización A/C inverter estándar, para la que también hay que diseñar el espacio y canalizaciones necesarias.