El sector renovable –dice Appa en un comunicado– ha conseguido juntar todas las piezas necesarias para conocer los detalles de la nueva subasta de potencia renovable, menos los que están incluidos en la “cláusula confidencial” de la Resolución 4094.
La asociación acusa, en primer lugar, al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital de desoír la experiencia del sector renovable y apostar por una subasta que exclusivamente valora el coste para el sistema independientemente de la tecnología, creando de esta manera una falsa sensación de “neutralidad tecnológica”.
"Al no contemplar las diferentes características de las fuentes renovables y no establecer subastas específicas por tecnologías, el Ministerio obvia importantes beneficios de un mix renovable diversificado como pueden ser la seguridad de suministro, la gestionabilidad de la producción o el desarrollo armonizado del sector renovable", afirma APPA. "España es un país privilegiado en cuanto a sus recursos renovables y este sistema de subastas dificulta un óptimo aprovechamiento de estas energías limpias y autóctonas", añade.
De acuerdo con Miguel Ángel Villarig, presidente de la asociación, la subasta es, además, "de una complejidad innecesaria, genera aún más incertidumbre al sector renovable al establecer una ´rentabilidad razonable´ que no se mantiene fija a lo largo del tiempo". Vilarig explica que no están pidiendo una rentabilidad mayor o menor, "lo que se pide es que se clarifique cuál va a ser esa rentabilidad para que las empresas puedan tomar la decisión correspondiente y ejecutar las inversiones con la información más completa posible”.
Oscurantismo
Tras recordar que la moratoria de cinco años ha hecho que España pierda su posición de liderazgo en el sector renovable internacional, Appa explica que la subasta de 2017 se compone de cuatro textos que han hecho complicado su seguimiento (RD 359, Orden ETU/315 y las Resoluciones 4094 y 4095). Este hecho, sumado a la “cláusula confidencial” de la Resolución 4094 dota de oscurantismo a una subasta especialmente compleja.
"Si el Ministerio opta por valorar únicamente el precio de la energía, debería hacerlo de una manera más sencilla. La subasta realiza una compleja valoración de la inversión realizada, las horas previstas de producción y la potencia, algo que complica de forma innecesaria el proceso", asegura. “Este mecanismo tan complejo responde, de nuevo, a la improvisación a la que tristemente nos hemos acostumbrado en el sector renovable”, reflexiona Villarig, “escoger el precio como principal variable es potestad del legislador pero no se entiende cuál es la razón de complicar toda la subasta sin necesidad”.
Parámetros retributivos de la subasta. Orden ETU/315/2017, Anexo I, 1.1
Falta de estrategia
La subasta se produce, asimismo, sin que se conozcan los siguientes pasos de nuestra planificación energética, dado que los 2.000 MW (o 3.000 MW) no parecen suficientes para que España alcance sus objetivos vinculantes para 2020. Según las estimaciones del propio Gobierno, establecidas en la Planificación Energética de octubre de 2015, eran necesarios más de 8.500 MW para alcanzar los objetivos europeos del 20-20-20.
En este marco, Appa afirma que "es importante recordar que, en 2016, se instalaron en todo el mundo 138,5 GW de nueva potencia renovable. Un incremento mundial de nueva potencial del 9% que se ha conseguido con un 23% menos de inversión debido a la reducción de costes".
La asociación también recuerda que España tiene un grave problema de dependencia energética que lastra nuestra balanza comercial. Las importaciones energéticas de nuestro país alcanzan el 72,8% (2015). Una dependencia 19,4 puntos porcentuales mayor que la media de la Unión Europea (53,4%). "Las energías renovables son las únicas fuentes autóctonas que pueden reducir nuestra dependencia energética y, simultáneamente, contribuir a alcanzar los objetivos de descarbonización", incide APPA.
La asociación concluye el comunicado reclamando "la necesidad de reconocer las energías renovables como un pilar estratégico para nuestra economía, no enfrentar a tecnologías que son necesarias para reducir nuestra grave dependencia del exterior y dejar de establecer mecanismos complejos y enrevesados que condicionen su correcto desarrollo".