China ya tenía, a finales del año pasado, 43.500 megavatios de potencia solar fotovoltaica instalados (43,5 gigavatios, GW). Según los cálculos de Aecea, en los nueve primeros meses de este año, se añadieron a ese parque de generación otros 27.000 megavatios (27 gigas). Además, la consultora estima que, durante el cuarto trimestre de 2016, podrían instalarse otros entre 5.000 y 8.000 megavatios. Así, China, a finales de este año, podría haber alcanzado ya los entre 75 y 78 gigavatios de potencia solar fotovoltaica instalada. Ello significa que, para no superar el Objetivo Solar 2020 ahora fijado por el gobierno (los 110 gigavatios), el sector debería ralentizarse hasta fijar una velocidad de crucero de solo 9 gigas al año. Si además tenemos en cuenta que es posible que la administración china reduzca la prima al kilovatio hora fotovoltaico, tal y como se espera, es muy probable -apuntan desde Aecea- que el ritmo de instalación, y muy antes al contrario, se acelere con vistas a aprovechar la prima ahora vigente, más atractiva que la futura.
El anterior plan quinquenal
Aecea recuerda por otro lado lo sucedido con el plan quinquenal 2011-2015, cuyo objetivo era 35 GW y que finalmente fue rebasado en más de un 20% (China alcanzó a finales del año pasado, como se dijo, los 43,5 GW). Todo ello conduce a dos escenarios -concluye Aecea- que están muy lejos del Objetivo ahora fijado. Uno de ellos, con 135 gigas en 2020. El otro, con 147, por lo que la consultora considera el nuevo objetivo oficial (110) un "mínimo".