En España, Ence protagoniza el caso más destacado de reducción de emisiones de CO2 con la incorporación de la bioenergía en la industria papelera, además de las plantas propiamente de biomasa. En la cuna de este sector, los países nórdicos, y más específicamente Suecia, también venden actualmente sus reducciones de gases de efecto invernadero gracias a, entre otras medidas, la incorporación de calderas que queman biocombustibles. El caso más reciente es el de Holmen Group, que en febrero ofreció cifras globales del 45% de reducción en 2014 frente a 2913, y ahora resalta los datos concretos de algunas plantas.
“Iggesund Mill, la fábrica sueca de pasta y cartón de Iggesund Paperboard, redujo sus emisiones de dióxido de carbono de origen fósil, que ya eran bajas, en un 86% de 2013 a 2014. La reducción se debe en parte a la inversión hecha en una nueva caldera que quedó instalada en 2012”. Desde esta filial, Iggesund, concretan que la nueva caldera de recuperación redujo también las emisiones de azufre y de contaminantes de partículas y “permitió a la fábrica operar en un 99,1% con biocombustibles durante 2014”.
Desde Iggesund también recuerdan que en 2013 encargaron una planta de cogeneración con biomasa para su fábrica de Workington Mill, en el Reino Unido: “Al pasar del combustible de origen fósil a la biomasa eliminó casi todas las emisiones de carbono en sus procesos de producción”. Este tipo de inversiones, que se unen a otras asociadas a la eficiencia energética en otras etapas de los procesos industriales, hacen que la multinacional afirme que “hoy en día, las emisiones derivadas de toda la producción de cartón dentro de Holmen Group están a solo unas pocas décimas de ser totalmente libres de contaminantes de origen fósil”.
