Entre otras, la encuesta realizada a 1.166 brasileños mayores de 16 años en todo el territorio planteaba preguntas como: ¿Invertir en energías alternativas? ¿Optar por fuentes baratas, aunque también contaminantes? ¿Aumentar la factura eléctrica para regular el consumo? ¿Cómo y qué energía consumir sin degradar el medio ambiente?
Así, se obtuvo el perfil de "un brasileño tan consciente y preocupado por la degradación ambiental que prefiere pagar más en la factura de electricidad y tener energías limpias como la eólica y la solar, por ejemplo".
Otros datos arrojan como resultado que la mayoría de los encuestados expresó "mucha" preocupación por la contaminación del aire (88%) y el cambio climático (86%).