Otro de los récords que ha batido el pasado año la termosolar es la contribución al mix energético, que ha alcanzado el 2,2% del total de generación eléctrica de España, con puntas de cobertura de demanda por encima del 10% en escenarios puntuales, lo que muestra el aumento significativo de la eficiencia de las centrales termosolares. Para la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar), estas cifras demuestran que con 2.300 MW instalados en España, que suponen el 2,1% de la potencia total instalada en nuestro país, el parque termosolar ha operado de media más de 2.300 horas equivalentes en 2017.
Luis Crespo, presidente de Protermosolar y Estela, la Asociación Europea de la Industria Solar Temoeléctrica, considera que “estos datos constatan la necesidad de apoyar a la industria solar termoeléctrica, por fiabilidad y contribución a la estabilidad de la red, gracias a su aportación inercial, que junto con su gestionabilidad, la diferencian de otras tecnologías de generación renovable fluyente”. Para Crespo, “la sustitución del parque de carbón por centrales termosolares, junto con la incorporación de las centrales eólicas y fotovoltaicas aprobadas en las recientes subastas, no implicaría un sobrecoste de la generación en nuestro país y tendría efectos muy beneficiosos para nuestra economía”.
Por tecnologías, según datos estimados por Red Eléctrica de España (REE), en el año 2017, el 22,6% de la producción eléctrica provino de la nuclear, el 17,4% del carbón, el 13,8% del ciclo combinado, el 19,2% de la eólica, el 11,5% procedió de la cogeneración, un 7,3% hidráulica, un 3,2% de la solar fotovoltaica, un 2,2% de la termosolar, un 1,3% de residuos y un 1,5% de otras energías renovables.
Contribución a la economía española
El sector termosolar tuvo un impacto positivo en la economía española en 2016 de 1.400 millones de euros en el PIB, con una contribución directa de 1.092 millones de euros y una contribución indirecta de 308 millones de euros. El sector da empleo a 5.216 trabajadores y ha solicitado 948 patentes en 2016, según los datos recogidos en el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2016, elaborado por la Asociación Españolas de Empresas Renovables (APPA).
En la junta general de Estela, Luis Crespo destacó en su discurso de aceptación del cargo, “el momento histórico que están viviendo las centrales termosolares al ofrecer en la actualidad su electricidad en países soleados a precios competitivos con tecnologías convencionales, como por ejemplo los ciclos combinados de gas natural, lo que perfila a la termosolar como la tecnología renovable que proveerá el respaldo a otras tecnologías renovables fluyentes e, incluso, suministrará buena parte de la carga base de los sistemas eléctricos en el futuro”.
Luis Crespo recalcó cómo el pasado año, “en un país como Dubai, con un recurso solar algo inferior al español, la producción termosolar se ofrece a 6 céntimos de euro por kilovatio hora (c€/kWh), y lo más positivo es que nuestra tecnología todavía tiene un importante recorrido de reducción de costes a medida que vaya creciendo su mercado y acercándose a las cifras de implantación de otras tecnologías”.
El producto que ofrecen las centrales termosolares, con su capacidad de almacenamiento, es muy diferente al de otras tecnologías renovables fluyentes y aporta a los sistemas eléctricos un valor superior a la diferencia de costes con las otras tecnologías que está siendo progresivamente entendido y apreciado por los responsables energéticos de muchos países.
Para el presidente de Estela, “toda la nueva capacidad futura será renovable en la mayoría de los países, por lo que la incorporación de tecnologías que aporten gestionabilidad al sistema será una necesidad a medida que se vayan retirando las centrales convencionales”. Crespo concluyó su discurso diciendo que “hoy en día ya podemos afirmar que un escenario mayoritariamente renovable, con adecuado mix de las diferentes tecnologías, es no solo técnicamente posible y más limpio que el actual, sino incluso más barato para los consumidores. Una transición energética más acelerada en nuestro país, nos brindaría una importante palanca para el crecimiento económico y el empleo”.