La causa de la parada ha sido, según informa el Consejo de Seguridad Nuclear, "el fallo de una tarjeta electrónica que ha provocado el cierre inmediato de las 3 válvulas de control de agua de alimentación principal". El cierre de estas válvulas -continúa el CSN- ha originado "una alta presión en la descarga de las turbobombas de agua de alimentación principal, causando su parada y, por consiguiente, también la parada de la turbina y del reactor (al estar la potencia por encima del 34%)". En el momento de la ocurrencia del suceso la Planta se encontraba en Modo 1 operando al 100%. Ahora, se encuentra en modo 3, estable. Según reza la nota difundida por el CSN, "se está analizando el suceso para su categorización desde el punto de vista de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES)". El suceso -concluye el CSN en su nota- no ha tenido impacto en los trabajadores, el público ni en el medio ambiente.
La central de Ascó se encuentra en la localidad homónima (Ascó), en la comarca Ribera d'Ebre, provincia de Tarragona, y cuenta con dos reactores. La autorización de construcción de la unidad I fue concedida por el Ministerio de Industria y Energía durante la dictadura, en 1974 (la de la unidad II, un año después). La refrigeración para las dos unidades la proporciona el río Ebro. La concesión de agua de refrigeración fue otorgada en 1977 y, tras el permiso de explotación concedido por el Gobierno en 1982, Ascó I fue conectada a la red eléctrica en 1983 y Ascó II en 1985, es decir, que la primera cumplirá 40 años en 2023, mientras que la segunda lo hará en 2025. Endesa es la propietaria de Ascó I al 100%. La misma compañía, con el 85%, e Iberdrola, con el 15% restante, son las dos propietarias de Ascó II. Está previsto que Ascó I cierre entre 2025 y 2030, superados los 40 años de operación.