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Veinte expertos debaten sobre nuclear en un encuentro organizado por Greenpeace y la Fundación Renovables

La energía nuclear: injusta con las generaciones venideras, peligrosa e ineficiente económicamente

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Los tres adjetivos han sobrevolado el encuentro «Un horizonte sin nucleares», que organizaron ayer la oenegé ecologista Greenpeace y el laboratorio de ideas Fundación Renovables (FR). El encuentro congregó a una veintena de expertos de diversos sectores -físicos, economistas, ingenieros, empresarios- que coincidieron sobre todo en reclamar transparencia (en materia nuclear), participación en la toma de decisiones (habida cuenta de la trascedencia de un asunto que afecta a toda la sociedad), cuidado (en materia de seguridad) y planificación (del cierre del parque nuclear nacional, etapa obligada en la ruta de la transición energética hacia el modelo 100% renovable). [En la imagen, detalle de la portada del informe Propuestas para un horizonte sin centrales nucleares, que fue distribuido por la Fundación Renovables y Greenpeace en el acto de ayer].
La energía nuclear: injusta con las generaciones venideras, peligrosa e ineficiente económicamente

La Fundación Renovables y Greenpeace celebraron ayer en Madrid el encuentro «Un Horizonte sin Nucleares». Lo hicieron con un objetivo explícito: "cubrir la ausencia de un diálogo social sobre el apagón nuclear y ante las decisiones anunciadas por el Gobierno que posponen la fecha de cierre de las centrales" (el PSOE de la oposición había propuesto -lo hizo público en marzo del año pasado- el cierre de todas las nucleares de aquí a 2028, mientras que el PSOE del Gobierno ya ha explicitado su intención de alargar el apagón nuclear hasta el año 2035, lo que implicaría que algunas centrales podrían estar funcionando hasta más allá del medio siglo, cuando su diseño de vida útil era de 40 años). El encuentro, dirigido por el periodista Santiago Carcar, ha tenido un formato muy horizontal. No ha habido atril, ni escenario, ni mesa de ponentes, ni azafatos, ni micrófonos. Los participantes se han distribuido por una amplia sala en torno a mesas redondas dispuestas como si de un café del siglo XIX se tratara y Carcar ha ido conduciendo con discreción el evento (él ha sido el único participante que ha dispuesto de un micrófono). ¿Modus operandi? Breve presentación -a cargo de Carcar- de cada una de las voces invitadas, intervención del apelado o apelada desde su propio asiento y a viva voz (las intervenciones han durado tres minutos), y cesión del turno al siguiente en intervenir.

Participantes
Natalia Fabra, catedrática en el Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Economía de la Energía; José Pablo Chaves Ávila, investigador en el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI) de la Universidad Pontificia Comillas; Nieves Sánchez, presidenta de la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica y funcionaria del Cuerpo de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica; Rafael Barrera, director general de la Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos (Anpier); José Donoso, director General de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y co-presidente del Consejo Global Solar; Raquel Montón, responsable de la campaña de Energía Nuclear de Greenpeace España; Francisco Castejón, físico en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y miembro de Ecologistas en Acción; José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA); Raquel García, de WWF (Área de Energía); David Howell, de SEO/Birdlife (Área de Energía); José Luis García, responsable del Programa de Cambio Climático de Greenpeace; Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción, y Soledad Montero, de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.

Greenpeace y la FR han querido mostrar que sí es posible el debate abierto y transparente
El acto ha querido significarse como expresión fehaciente, "en la forma y en el fondo, de cómo es posible y necesario reunir a la sociedad para debatir sobre el cierre nuclear" y ha venido así a constituirse en réplica a la manera en que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y los ejecutivos de Endesa, Iberdrola y Naturgy habrían decidido alargar la vida de las nucleares hasta 2035 (según publicaron varios medios la semana pasada, habría tenido lugar en el Ministerio una reunión entre Ribera y las tres compañías de la cual habría salido el acuerdo de cierre del parque nuclear de aquí a 2035, modus operandi que ha sido muy criticado -por poco transparente y no participado- por numerosos actores del sector energético nacional). Se da la circunstancia además de que horas antes de celebrarse este encuentro, la ministra Ribera confirmaba que llevará al Consejo de Ministros del 22 de febrero el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y que se incluye el cierre del parque nuclear "entre los años 2025 y 2035".

En ese marco...
Han abierto el acto el director ejecutivo de Greenpeace España, Mario Rodríguez, y el presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando. Rodríguez ha denunciado que "se está negociando el cierre de las nucleares únicamente con las eléctricas, usando la vieja política, las viejas formas; y esto no puede ser, la sociedad pide la palabra, y quiere participar en este debate". El director ejecutivo de la oenegé ecologista ha apostado por un cierre "rápido, seguro, eficaz, eficiente y que, sobre todo, debe velar por el interés general, de la ciudadanía, y de este país, y no por las cuentas de resultados de las eléctricas". Rodríguez ha concluido con un apunte sobre cierta coincidencia: "los datos que ayer esbozó la ministra y que entedemos van a estar en el paquete que se va a presentar el día 22 coinciden sospechosamente con los planes de ciertas eléctricas y esto introduce un punto de sospecha".

A continuación ha intervenido Fernando Ferrando. Lo ha hecho con un discurso muy claro: la energía nuclear es "perfectamente prescindible, tanto técnicamente, como operativamente, como económicamente". Por otro lado -ha añadido-, las energías limpias están "perfectamente preparadas para sustituir al parque nuclear actual” según vayan caducando las licencias de operación de las centrales en funcionamiento, idea que han refrendado durante el coloquio tanto José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), como José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Ferrando ha criticado también duramente el modus operandi del Gobierno: "lo que más nos preocupa -ha dicho- es que se está hurtando a la voluntad popular, a la sociedad, el derecho a opinar sobre conceptos clave".

La nuclear, en clave moral
“La prórroga de las licencias de operación de las centrales nucleares es una hipoteca para las generaciones futuras -ha dicho Ferrando-; no entendemos que un debate como este, cuyas consecuencias va a tener que soportar la sociedad, se haga sin luz ni taquígrafos y sin contar con la gente”. El presidente de la Fundación Renovables ha aludido a la Ley 15/2012, que reconoce en su preámbulo las cargas que la sociedad tiene que asumir en materia de lo nuclear (véase abajo), reconocimiento explícito en la ley que sin embargo el Gobierno no ha considerado motivo suficiente como para darle voz y voto a la ciudadanía en lo que se refiere a la prórroga o no de la vida de operación de las centrales nucleares y su cierre.

Ley 15/2012, de 27 de diciembre, de medidas fiscales para la sostenibilidad energética
«La generación de energía eléctrica mediante la utilización de energía nuclear supone la asunción por parte de la sociedad de una serie de cargas y servidumbres, debido a las peculiaridades inherentes a este tipo de energía, cuyo impacto económico es difícil de evaluar. La sociedad ha de hacerse cargo de una serie de responsabilidades derivadas de los aspectos específicos que inciden en dicha generación, tales como la gestión de los residuos radiactivos generados y el uso de materiales que pueden ser utilizados para fines no pacíficos».

En fin, que la ley viene a reconocer que paga la ciudadanía, pero que el Gobierno negocia a puerta a cerrada.

Raquel Montón, de Greenpeace, ha apelado al "principio de justicia intergeneracional". La activista ha afeado el modus operandi del Ministerio, que habría pactado en efecto a puerta cerrada con las eléctricas el alargamiento de la vida de las centrales hasta más allá de su vida de diseño (40 años), lo que se va a traducir en más residuos cuya gestión habrán de costear las generaciones venideras. Montón ha mencionado el caso alemán: "Alemania, cuando programó su cierre -ha dicho- estableció un comité ético a nivel nacional en el que participaron incluso las instituciones religiosas, porque este es un problema que tiene ángulos éticos".

La intervención de Rafael Barrera, de Anpier, ha tenido el mismo fondo
Barrera ha tirado de historia para destacar la trascendencia que tiene cualquier decisión que tomemos hoy sobre la energía nuclear. La reflexión del director general de la Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos ha sido curiosa. En la Castilla y el Aragón del año 1000, el aprovechamiento de las fuentes de energía renovable y el autoconsumo fueron la clave energética, la clave de la supervivencia de aquellas sociedades, ha dicho. Si Ramiro I de Aragón en el año 1025 o Fernando I de Castilla en el año 1050 -ha continuado- hubieran dispuesto de tecnología nuclear para satisfacer sus necesidades energéticas y la hubieran empleado, pues entonces hoy, mil años después, seguiríamos gestionando sus residuos.

El representante de Anpier ha concluido apelando a la Constitución, concretamente al artículo 92, que dice literalmente que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos". Todas las voces del encuentro de ayer han coincidido en reclamar participación, sea de un modo directo, como ha insinuado Barrera, sea con formación e información.

En clave de economía
Montón (Greenpeace): "solo está acopiado el 30% del dinero que vamos a necesitar para el desmantelamiento y gestión de los residuos radioactivos".

Francisco Castejón (Ecologistas en Acción): "efectivamente no hay suficiente dinero provisionado para eso. Hay unos 5.000 millones de euros en Enresa. Y el coste, según el último plan, el sexto, es de 15.000. ¿Qué significa eso? Pues que el coste del kilovatio hora nuclear se ha falseado. Y las empresas que han ganado dinero a partir de ese falseamiento, que siguen existiendo, deberían pagarlo de alguna manera".

Natalia Fabra, catedrática en el Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Economía de la Energía: "Endesa, con la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ha aumentado la amortización de sus centrales hasta los 50 años y por lo tanto más allá de la propia vida del diseño. Alargar el período de amortización ha permitido que durante unos años Endesa haya obtenido más beneficios de los que hubiera obtenido si la amortización se hubiera realizado en 40 años. Por lo tanto, a esa empresa eso le ha permitido distribuir -en este caso a Enel [propietaria de Endesa]- más beneficios de los que hubiera distribuido en caso contrario. Esos beneficios se han ido a otro país [Enel es una empresa pública propiedad del Ministerio de Hacienda de Italia]. Ahora no nos pueden argumentar que ese es el motivo por el cual en España tenemos que aumentar la explotación de estas centrales, generar más residuos, aumentar el riesgo de accidente nuclear".

Francisco Castejón, físico, Ecologistas en Acción: "el desmantelamiento mueve más dinero que la propia nuclear (...). Y no es que haya que hacer informes. Los informes ya están hechos. Invito a consultar un informe de la Universidad Rovira Virgili, pagado por Enresa, sobre el desmantelamiento de Vandellós 2. Se crearon más de 5.000 empleos, es decir, más de diez veces la gente que trabajaba en la central de forma directa e indirecta. El número de empresas que se quedaron en la zona aumentó un 30%. El número de sucursales bancarias se duplicó. Es decir, que el desmantelamiento de una central nuclear mueve más la economía que la propia central. Y ellos lo saben. Y el desmantelamiento dura diez, quince años, de colchón para que las comarcas no sufran".

José Mariá González Moya: "las renovables están capacitadas para sustituir a la nuclear de forma económica y segura. Tecnologías como residuos renovables, biomasas, biogás son capaces de aportar 8.000 horas de generación al año".

A modo de resumen
Fundación Renovables y Greenpeace, que consideran que, "desde el punto de vista de la seguridad de suministro, es viable cerrar todas las nucleares y las térmicas de carbón", recogen a continuación "las reflexiones más destacadas de este encuentro":
• Es imprescindible la reforma del mercado eléctrico para que el precio de la electricidad pueda mantenerse y bajar debido a que las renovables abaratan el precio.

• El cierre nuclear programado no es solo una decisión empresarial, porque las personas son el centro de un sistema eléctrico eficiente y 100% renovable, y la consulta pública es obligatoria en materia nuclear.

El cierre nuclear es una oportunidad para el empleo y la economía y puede y debe favorecer el empleo sostenible y justo y la economía local. El desarrollo de planes de inversión local, la transición energética prioritaria en estas comarcas, junto con el cierre nuclear es una oportunidad única.

• Es imprescindible disminuir el CO2 a nivel global, dentro del sistema energético y eléctrico, para ello y de manera inmediata es imprescindible el cierre del carbón y nuevas inversiones en renovables.

Los costes de los residuos radiactivos, y de los riesgos de accidente, los deben pagar las empresas, no la sociedad.

La seguridad nuclear es un objetivo prioritario, por ello los reglamentos y los protocolos de seguridad deben ser respetados, y deberían restituirse todos aquellos que se han modificado sin ninguna mejora en materia de seguridad.

• El envejecimiento de las instalaciones debe ser considerado de manera específica, porque a partir de los 40 años de operación son necesarias revisiones especiales.

La politización y falta de control de organismos y empresas públicas debe ser subsanado ya que supone un riesgo añadido.

El parque nuclear de España cuenta con siete reactores en funcionamiento, con una vida útil media de 35 años, y tres en distintas fases del proceso de desmantelamiento. En los próximos cinco años caducarán todas las licencias de explotación, la última la de la central nuclear de Trillo, en Guadalajara, en el año 2024. Las centrales españolas alcanzan por tanto una vida útil (1) media de 38 años, y en los próximos ocho años todas superarán su vida de diseño (2), es decir sobrepasarán los 40 años.

Notas 
1. Vida útil. La vida útil (o de servicio) es el periodo de tiempo desde su puesta en funcionamiento hasta su retirada de servicio, siempre que se mantenga su capacidad para realizar las funciones relacionadas con la seguridad o relevantes para la misma, que tenga asignadas. Fuente: Guía de Seguridad 1.10 (Rev. 1), del Consejo de Seguridad Nuclear.
2. Vida de diseño. La vida de diseño se refiere al “Tiempo de funcionamiento supuesto en el diseño, durante el cual se espera que cumpla con su función, en los términos establecidos en sus especificaciones”. Fuente: Guía de Seguridad 1.10 (Rev. 1), del Consejo de Seguridad Nuclear.

El acto ha sido grabado en vídeo

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