Greenpeace ha proyectado sobre media docena de centrales térmicas polacas, en varios idiomas, mensajes como "El cambio climático empieza aquí" o "Las grandes tormentas empiezan aquí" en alusión -explica la organización ecologista- "a una de las consecuencias del propio cambio climático, como es la mayor incidencia y gravedad de fenómenos meteorológicos extremos, como el que sufre estos días Filipinas". Los ecologistas han recordado que "las centrales térmicas de carbón son el mayor emisor de CO2 del planeta y, por lo tanto, uno de los principales responsables de la generación de cambio climático".
Gazprom y las cárceles rusas
En el marco del "tour" que la organización ecologista ha hecho por las principales centrales térmicas de Polonia, Greenpeace se ha desplazado a Bechatów, la cuarta mayor planta térmica de carbón del mundo, en la que ha proyectado el mensaje "El deshielo del Ártico empieza aquí". Con esta alusión a la gravedad de los impactos del cambio climático en el Ártico, la organización ha querido también llamar la atención sobre los treinta activistas que ya llevan más de 50 días en prisión preventiva en Rusia por una acción pacífica realizada en contra de la exploración petrolífera del Ártico a cargo del gigante petrolero ruso Gazprom.
En el comunicado que ha enviado hoy, Greenpeace hace un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que se comprometan a presentar nuevos objetivos de reducción de emisiones en 2014, objetivos que "deben estar alineados con las recomendaciones científicas". En esa línea, el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, ha declarado que "es momento de que los gobiernos dejen de actuar en defensa del interés económico de la industria de los combustibles fósiles y tomen medidas para proteger el clima y la economía de la mayoría. Ha llegado el momento de que hagan aquello para lo que les elegimos, velar por el bien común".
Polonia y España
La falta de acción climática de nuestros líderes políticos -ha dicho Naidoo- "ha dejado a la humanidad en manos del valor de gente corriente -a la vez que extraordinaria- como los 30 activistas de Greenpeace detenidos en el Ártico que han perdido su libertad por proteger el futuro de todos; no deja de ser irónico que ellos se encuentren presos mientras el sector de los combustibles fósiles disfruta de licencia para seguir destrozando el planeta y tiene las puertas abiertas de los principales gabinetes presidenciales del mundo para influir negativamente en el desarrollo de la negociación climática internacional". Greenpeace también ha denunciado el "penoso papel que está jugando el Gobierno polaco en la negociación climática y energética europea" y ha urgido a países como España a "tomarse en serio la lucha contra el cambio climático".
En la misma línea que Naidoo, la responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace España, Aida Vila, ha criticado duramente la política energética que está desarrollando el gobierno de Mariano Rajoy, que "subvenciona los combustibles fósiles, promueve las perforaciones petrolíferas en aguas profundas y el fracking y acaba de aprobar una reforma energética que penaliza las energías renovables". España -ha dicho Vila- "ya sufre graves impactos del cambio climático en sus ecosistemas, pero también en importantes sectores productivos como la agricultura, la pesca o la industria vitivinícola. Ya es el momento de que el Gobierno deje de favorecer los intereses del sector de los combustibles fósiles y vele por la salud, la seguridad y la economía del conjunto de su población".