El Consejo de Gobierno del País Vasco aprobó ayer la Estrategia Energética de Euskadi 2020 (3E2020) tras seis meses de trabajo a lo largo de los cuales han participado en su elaboración más de 200 agentes de diferentes ámbitos. A saber, y según el gobierno vasco: empresas del Cluster de Energía, operadores energéticos, entidades financieras, agentes económicos y sociales, centros de investigación y universidades, grupos ecologistas, asociaciones de consumidores, la administración local y varios departamentos del gobierno vasco. La estrategia pretende movilizar inversiones por valor de 10.710 millones de euros en diez años "mediante una política institucional comprometida y ejemplarizante que aporte el 16,5% para el fomento, ayudas e inversiones públicas" (1.767 millones de euros). Los tres objetivos clave del documento son el ahorro, un mayor aprovechamiento de las fuentes de energía renovable y el fortalecimiento del tejido tecnológico-industrial autóctono. Eso sí, la Estrategia resalta como "cuestión fundamental" la apuesta por el "binomio gas natural-renovables".
Ahorro
Entre los objetivos clave de la estrategia, el primero que menciona el gobierno vasco es "intensificar las actuaciones en eficiencia energética en todos los sectores consumidores". El propósito es que el País Vasco se ahorre algo más de un millón de toneladas equivalentes de petróleo en 2020 (concretamente, 1.050.000 tep anuales en 2020) y que mejore la intensidad energética final un 22%, es decir, que para producir la misma unidad de producto interior bruto, la economía vasca emplee un 22% menos de energía en 2020 (un 22% menos con respecto a lo que hoy gasta). Según el gobierno vasco, Euskadi podrá ahorrarse así entre 4.000 y 5.000 millones de euros en la próxima década.
Vehículo eléctrico y energías renovables
Además, el ejecutivo autónomo apuesta también por "reducir el consumo final de petróleo en el año 2020 un 9% con respecto al cosumo de 2010, favoreciendo la desvinculación con el sector transporte (37.100 vehículos eléctricos) y que las energías alternativas en el transporte por carretera sean el 15%". Con respecto a las energías limpias, el discurso del gobierno vasco es ambicioso. Así, establece como principal objetivo el "incrementar el aprovechamiento de las energías renovables un 87% para alcanzar en el año 2020 los 905.000 toneladas equivalentes de petróleo, tep, lo que significaría una cuota de renovables en consumo final del 14%.
Eólica "condicionada"
La estrategia contempla dos "escenarios posibles en el desarrollo de la energía eólica", que van desde el 14% al 17% en el consumo final. Eso sí, esta horquilla está condicionada –dice el gobierno vasco– "en función del desarrollo tecnológico de futuro tanto en la energía eólica como en otras renovables en los próximos diez años". En materia de ahorro energético –señala el ejecutivo–, los esfuerzos "se centrarán sobre todo en los edificios", sector en el que la administración anuncia que "desempeñará un papel importante tanto como agente de ordenación en el ámbito de sus competencias como en el papel de gestor de sus propias instalaciones".
Euskadi quiere colocar 3.700 vehículos eléctricos en las calles cada añoEn lo que al sector transporte se refiere, el gobierno vasco asegura que buscará "un cambio estructural para reducir consumos e impulsar el uso de energías alternativas al petróleo". Así, el ejecutivo se ha fijado como objetivo "conseguir que en 2020 haya 37.000 vehículos eléctricos circulando". Por fin, entre los objetivos clave, el ejecutivo señala el "incrementar la facturación de las empresas del sector de energía un 25%". Esta apuesta se concreta en una nueva área de actuación diferenciada dentro de la estrategia 3E2020, la de Desarrollo Tecnológico e Industrial (también denominada EnergiBasque).
La I+D de la 3E2020
Según el gobierno vasco, el objetivo de EnergiBasque será trabajar para apoyar al sector vasco de la energía, que emplea actualmente a 24.400 personas repartidas en 356 empresas y cuya facturación en Euskadi llega a los 15.469 millones de euros. Solo en el terreno de la investigación, las empresas del sector energético emplean en Euskadi a 1.905 trabajadores e invierten cada año 188 millones en I+D solo en el País Vasco. En este sentido, el sector cuenta con un centro de investigación cooperativa, el CIC energiGUNE, 10 centros corporativos de i+D especializados en energía, 5 centros de competencia de multinacionales, así como varios centros universitarios de calidad y las dos grandes alianzas tecnológicas vascas, IK4 y Tecnalia con unidades dedicadas a esta materia.
En materia de renovables, y según datos del propio gobierno vasco, en 2010 había instalados 153 MW de energía eólica, en vez de los 624 MW que se había fijado como objetivo 2010 el gobierno vasco en el año 2001. En ese década, solo se han construido tres parques y un miniparque. La biomasa cuenta con 79 MW (el objetivo era 191 MW), mientras que la hidroeléctrica alcanza los 171 MW, según las estimaciones iniciales. La fotovoltaica sí ha superado las previsiones, con 20 MW instalados, más que los 11 MW inicialmente esperados. La solar térmica tiene la misma potencia instalada, 20 MW, aunque menos de los 152 MW que se marcaron hace una década. La participación de las energías renovables en el suministro de energía primaria es de un 6,7% (el objetivo era alcanzar los doce puntos).
El gas natural y los derivados del petróleo representan más del 80% de la Demanda Energética Total de Euskadi (el gas natural representa el 42% de la Demanda Energética Total, DET). La participación de las renovables alcanza los 6,9 puntos en DET. Euskadi produjo en 2010 solo el 57% de la electricidad que demandó (el 35,7% mediante centrales de ciclo combinado, el 12,5% por cogeneración, el 6,3% mediante renovables y el 2,6% a través de centrales térmicas convencionales (el 43% restante corresponde a las importaciones). Todos estos últimos datos han sido extraídos de Energía Euskadi 2010. [En la imagen, futuro emplazamiento de la Biscay Energy Marine Platform, Bimep].