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El carbón en Alemania: caen las emisiones de CO2 un 35% en los últimos siete años

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Alemania, que ha desconectado más de 10.000 megavatios de potencia nuclear desde 2015, emite hoy menos CO2 per capita (CO2 procedente de la generación de electricidad con carbón) que hace siete años, cuando sí estaban operando en el país esos 10.000 megavatios de potencia nuclear. La locomotora del Viejo Continente emitía 2,72 toneladas de CO2 per capita en 2015 y emitió el año pasado 1,77 toneladas (coal power emissions) por habitante. El dato aparece en el informe G20 Per Capita Coal Power Emissions 2023, que publicó ayer el grupo multinacional de expertos en energía Ember. En emisiones per capita (relativas a la generación con carbón), Australia y Corea del Sur son las naciones más sucias del mundo.
El carbón en Alemania: caen las emisiones de CO2 un 35% en los últimos siete años

La huella por habitante que ha producido la generación eléctrica con carbón en Australia y Corea del Sur ha superado por más del doble el promedio de emisiones per cápita (Coal Power Emissions) de los veinte países más industrializados del mundo en 2022. Australia se anota 4,14 toneladas métricas de CO2 por habitante. Corea del Sur, 3,27. Los datos aparecen en el informe que ha publicado este martes el grupo independiente de expertos en energía Ember. G20 Per Capita Coal Power Emissions 2023 (Emisiones de carbono por habitante en el G20. Edición 2023) sitúa las emisiones per capita de Australia y Corea por delante de las de China (3,10 toneladas), y muy por delante de las de Estados Unidos (2,02), Japón (2,29) o la susodicha Alemania, que es objeto desde hace más de una década de un señalamiento constante desde el lobby nuclear internacional, que lleva años asegurando que la desconexión nuclear era un error que se traduciría en un incremento extraordinario de las emisiones de CO2 en el país (por la presumible mayor generación de electricidad en centrales térmicas de carbón que vendría a sustituir a la nuclear). 

No ha sido cierto. Las emisiones por habitante (coal power emissions per capita) han crecido en los últimos dos años, pero ni mucho menos como auguraba el lobby nuclear. De hecho, los datos recabados por Ember (véase la tabla aledaña) no pueden ser más elocuentes: 2,72 toneladas por habitante en 2015, cuando aún había 10.000 megavatios de potencia nuclear operativos en territorio alemán; 1,77 en la Alemania de 2022, lo que supone una caída de treinta y cinco puntos (-35%). Ese descenso en la intensidad de emisiones per capita (que resulta más significativo aún si tenemos en cuenta el escenario bélico en el que nos encontramos desde febrero del 22) es muy similar al registrado en la UE en el mismo lapso (-37,5%), y, por otro lado, contrasta con el incremento de las emisiones que se ha registrado tanto a escala global (+3,9%) como en el seno del G20 excluida la UE (+8,6%).

Más allá de Alemania
Los habitantes de Australia (4,14 toneladas por cabeza) y Corea del Sur (3,27) emiten mucho más CO2 que los de cualquier otra nación del mundo. Emiten más del triple del promedio mundial (1,06 toneladas de CO2 por habitante) y más del doble de la media G20 si excluimos la UE (1,6). La huella de carbono australiana ha sido la más alta en términos de emisiones por habitante de todos los países del G20, debido -explican desde Ember- a que casi la mitad (47%) de la electricidad producida en Australia proviene del carbón y a que el país oceánico presenta el doble de consumo de electricidad per cápita que China. En todo caso, la energía solar y la eólica han ido creciendo en el país del canguro a lo largo de estos últimos años: su participación en la electricidad ha aumentado del 7% en 2015 a casi el 26% en 2022, lo que se ha constituido en la principal razón de la caída de la participación del carbón del 64% al 47%. Al mismo tiempo, el uso de electricidad per cápita se mantuvo prácticamente sin cambios, lo que implicó un descenso del 26% entre 2015 y 2022 en lo relativo a las emisiones por persona procedentes del carbón. 

En segunda posición figura Corea del Sur, con una participación de la energía eólica y solar de tan solo el 1% de la electricidad en 2015, pero que desde entonces la ha quintuplicado hasta más del 5% en 2022.

Sin embargo, la participación de la energía solar y eólica en el país asiático todavía está muy por debajo del promedio mundial del 12%, y su electricidad sigue procediendo en un 34% del carbón. Esto les ha llevado a producir más de 3 toneladas métricas de CO2 por persona -lo que también equivale aproximadamente a tres veces el promedio mundial-, a pesar de que sus emisiones de carbón per cápita disminuyeron un 10% entre 2015 y 2022.

Además de comparar los países en cuanto a su participación en la energía del carbón y las emisiones totales del sector eléctrico, considerar las emisiones per cápita para compensar las grandes diferencias en el tamaño de la población y la demanda de electricidad es una métrica útil para determinar el impacto ambiental de las economías.

El responsable de perspectiva global de Ember, Dave Jones, señala en el estudio que “a menudo se culpa a China y a la India de ser los grandes contaminadores del mundo”, pero si se tiene en cuenta la población, Australia -25,69 millones de habitantes- y Corea del Sur -51,74 millones- han sido las economías más carbonizadas de 2022.

En este sentido, Jones ha lamentado que “como economías maduras, deberían estar aumentando la electricidad renovable con la suficiente ambición y confianza como para permitir que el carbón se elimine gradualmente para 2030”.

Según el documento, en un contexto de crisis climática y ecológica, el G20 debería convertirse en catalizador de la transición energética para aunar los esfuerzos globales en la reducción de las emisiones de CO2.

De hecho, el G20 representa el 85% del PIB mundial y contribuye al 80% de las emisiones del sector energético del planeta y desempeña un papel “crucial” para liderar esta transición.

En concreto, cerca del 36% de la electricidad mundial se generó a partir de una fuente de energía fósil como el carbón en 2022, lo que produjo 8.367 millones de toneladas de emisiones de CO2.

Puesto en perspectiva, este dato significa que la persona promedio en todo el mundo emitió alrededor de 1,1 toneladas de dióxido de carbono procedentes del carbón en 2022.

Los datos de Ember muestran que los países del G20 -excluyendo a la UE como región- emitieron 1,6 toneladas de gases procedentes del carbón per cápita en 2022, superando el promedio mundial de 1,1 toneladas de dióxido de carbono.

Sin embargo, los países del G20 siguen divididos en su enfoque respecto al desafío lanzado el pasado mes de mayo por el presidente de la próxima Cumbre del Clima de la ONU (COP28), Sultan Al Jaber, que urgió a todas las partes a “triplicar el uso de energías renovables”, antes de la cumbre clave que se celebrará en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) a finales de este año.

En medio de controversias, 75 países se han comprometido a eliminar gradualmente el carbón o a no construir nuevas plantas de carbón sin captura de carbono, aunque persisten los desafíos, ya que siete países del G20 (Brasil, China, India, Japón, Corea del Sur, Suráfrica y Estados Unidos) aún no han revelado sus estrategias de reducción gradual del carbón.

En un contexto climático cada vez más extremo, la urgencia de garantizar un aumento de la temperatura global muy por debajo de 1,5°C es más clara que nunca. Como principales economías del mundo y principales emisores de carbono, las decisiones que tomen los estados del G20 sobre una transición limpia -considera Ember- tendrán implicaciones duraderas, por lo que una mayor aceleración de las energías renovables dentro del G20 ayudará a impulsar esto.

G20 Per Capita Coal Power Emissions 2023

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Miguel
Emisiones de CO2 eq/kWh. en 2023 en los sistemas eléctricos:
- Francia 35g
- España 120g
- Alemania 354g
Alemania sigue siendo uno de los grandes emisores de CO2 y le queda mucho camino por recorrer, aunque "antinuclear" celebre los datos de reducción de emisiones de Alemania, que realmente siguen siendo muy altas. Una de las formas de reducción de CO2 que va a usar Alemania es sustituir carbón por gas, pero es un avance muy pobre. Alemania ha aprobado la construcción de 25 GW de ciclos combinados de gas por 40.000 millones de euros..gas que vendrá en barco de E.E.U.U, Qatar, etc.. Para que lo celebre "antinuclear como" un éxito.
Antinuclear
¡Cómo molestan los datos a algunos! Volvamos al principio: el carbón en Alemania: caen las emisiones de CO2 un 35% en los últimos siete años. ¿Sí o no? Pues ya está
Norberto
Este artículo presenta información sesgada. En Alemania la nuclear ha sido sustituida por has ruso, que emite CO2, pero el artículo no lo toma en cuenta
Miguel
Tranquilo Alfredo, que el subsuelo del planeta Tierra ya está inmoralmente lleno de materiales radiactivos de forma natural, se conozcan o no donde están todos los emplazamientos. Darle más importancia a un sitio nuevo que se sabe dónde va a estar y lo que hay, respecto a los cientos o miles de sitios que hay de forma natural en el subsuelo, no tiene mucho sentido. El propio Uranio que se usa de combustible es radiactivo y salió del subsuelo, y es muy probable que allí vuelva a acabar. Hay tantos sitios radiactivos en el planeta de forma natural, incluso en la superficie, sin que la gente se preocupe de ello, que asombra que le den tanta importancia a un emplazamiento donde se vaya a guardar combustible usado y aislado para que no emita radiación. Sin ir más lejos, Brasil está llena de playas radiactivas. Uno de los casos más llamativos es la playa de Areia Preta que puede alcanzar los 175 mSv por año. Valores considerados peligrosos, y la gente no se preocupa de ello. Hay una ciudad, creo que en Pakistán, encima de uranio, con alta dosis de radiactividad, y la gente sigue viviendo allí tan pancha sin darle importancia. En Australia hay un manantial de agua radiactiva con unos niveles de radiactividad que un solo trago tendría efectos letales para un ser humano. Conozco un pueblo en España que hace décadas se planteó su desalojo por estar encima de uranio. Finalmente no se hizo y siguen yendo a vivir nuevas generaciones sin importarles lo más mínimo vivir encima de uranio. El sol emite radiactividad de forma inmoral, y hasta los humanos emitimos radiactividad y nadie le da importancia. Me sorprende que des por hecho que la ciencia y la investigación no vaya a evolucionar y que no se vaya a reprocesar nunca ese combustible usado sólo en un 5%, y se cambie su periodo de desintegración. En el supuesto caso de que el combustible acabe enterrado en el subsuelo, no necesitará mantenimiento como indicas, y las futuras generaciones sabrán que existe ese emplazamiento porque se dará en los libros de texto. No creo que les vaya a preocupar a las nuevas generaciones lo más mínimo.
Alfredo
Sípero. Y sípero. Y sípero. Muchos peros... pero las emisiones han descendido un 35% al mismo tiempo que se han desenchufado 10.000 megavatios de potencia nuclear. Y han descendido prácticamente lo mismo que en el resto de Europa, donde no han desenchufado los reactores nucleares y donde siguen quemando carbón. La nuclear muere. En Alemania la han matado, pero en el resto del mundo se está muriendo. Despacio, pero se está muriendo. Porque es cara, porque es peligrosa y porque es, moralmente, ruinosa. Dejar a las generaciones futuras un legado como el nuclear, de residuos de vida poco menos que infinita, es, por encima de todas las cosas, inmoral. Independientemente de que sea un lastre económico (porque ese legado hay que custodiarlo y gestionarlo y eso tiene un coste), pero independientemente de esa condición de lastre económico, es sobre todo una inmoralidad. Esa es la verdadera "naturaleza" de la nuclear. La degeneración.
Miguel
Cada uno ve la película como quiere, pero si Alemania hubiese dejado esos 10.000 MW de potencia nuclear, tendría 10.000 MW de potencia de carbón apagadas en lugar de encendidas. Su reducción de emisiones de CO2 (y de partículas) hubiese sido aún mucho mayores (por cierto, el informe se olvida de que algunos consumos de carbón se han sustituido por gas). En Alemania es fácil encontrarse en invierno con 24 a 27 GW de carbón encendidos para generar electricidad
.Desde el punto de vista económico, la industria electrointensiva alemana está sufriendo pérdida de competitividad por los altos precios de la electricidad por el aumento del precio de los derechos de emisiones de CO2 (que soportan centrales de carbón y gas) y están pidiendo a la Comisión Europea que les permita subvencionar la electricidad a la industria. Con la nuclear no necesitarían subvencionarla, pues no emiten CO2 y podían tener la electricidad barata para la industria. Los errores se pagan. Ya hay voces en Alemania diciendo que se deje caer a la industria electrointensiva y que se vaya a otro país. Francia, con precios más baratos de electricidad y menos emisiones de CO2 en el mix eléctrico, está encantada esperando la deslocalización de la industria alemana. De momento, los franceses están haciendo el agosto vendiendo electricidad "cara" a Alemania en horario NO solar.
Sol Mediterráneo
El orden de cierre de las centrales de apoyo a las renovables en la Unión Europea, tiene que ser equilibrado y económicamente rentable y deber ser 1º Carbón 2º Gas y 3º Nuclear. La verde Alemania de la Sra. Merkel, cometió el error (rentable electoralmente), de alterar el orden 1º nuclear 2º su querido carbón y 3º el barato y abundante gas ruso. Alemania va a enmascarar su excelente porcentaje de renovables y de mejora del CO2, con cambiar de ser una potencia exportadora de electricidad, a convertirse en importadora. Creo que Alemania se equivocó y lo veremos claramente en el los próximos 6 meses.
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