La automovilística Ebro y la china Chery han decidido atrasar a 2025 la producción del modelo eléctrico Omoda 5, cuya fabricación estaba prevista para finales de este año en la planta de la Zona Franca de Barcelona. Según ha informado Ebro en un comunicado este martes, los aranceles europeos a los coches chinos y las previsiones optimistas de ventas de los modelos de Ebro han provocado "una reorientación de la producción de los vehículos en la planta". De esta manera, los coches de la marca española serán los primeros en ocupar las líneas de montaje, mientras que el Omoda 5 eléctrico será producido, soldado y pintado desde el inicio de su fabricación en Barcelona durante el año que viene, según informa Europa Press. El CEO de Ebro, Pedro Calef, ha defendido la decisión: "La actividad que se iniciará el año que viene incorporando una línea completa de soldadura y pintura abrirá nuevas oportunidades a la industria auxiliar local".
Con esta nueva estrategia, Ebro empezará en noviembre la producción de sus modelos SUV S700 y S800 en la planta de la Zona Franca de Barcelona, aunque aún está a la espera de la "inminente homologación definitiva" de sus modelos. Estos modelos serán los primeros en salir de las líneas de montaje de la fábrica con un turno de actividad que empleará "en torno a un centenar de personas". En este sentido, la empresa prevé contar con un segundo turno en primavera de 2025, y con un tercero para el verano, hasta completar un total de unos 300 puestos de trabajo. El objetivo es "garantizar" el empleo de la bolsa de reindustrialización de la antigua fábrica de Nissan a medida que se asignen las líneas de producción a los trabajadores que ahora tienen contratos de formación. El objetivo es colocar estos modelos entre los más vendidos de su segmento para el año 2025, ya que la empresa prevé fabricar unas 15.000 unidades el año que viene.