La asamblea general de ANPER, que también decidió cambiar sus siglas por las de ANPIER, ha preferido que la asociación continúe su camino en solitario. Oficialmente ha expresado a la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) que mantiene una actitud de colaboración, pero sin ningún vínculo orgánico.
A la reunión de ANPIER asistieron 70 socios, sobre un total de 3.800, que tenían delegados unos 1.600 votos. De ellos, pocos más de 1.000 votaron en contra de seguir en UNEF y el resto a favor de hacerlo. Ganó el sector partidario de una actuación diferente, más directa. Fuentes consultadas por Energías Renovables han indicado que la amplitud de los órganos de decisión de la federación UNEF, que recogen las sensibilidades de las organizaciones que la forman, habrían ralentizado la toma de algunas decisiones para disgusto de quienes desde ANPIER propugnan actuaciones más concretas y rápidas.
Los socios de ANPIER aprobaron el informe de gestión presentado por la presidenta Rocío Hortigüela, que concluía mandato, y eligieron para sustituirla en el puesto al hasta entonces secretario Miguel Ángel Martínez-Aroca Pérez.
UNEF sigue adelante
Se da la circunstancia de que Rocío Hortigüela también es la presidenta la federación UNEF, cargo que seguirá ocupando hasta que la Unión Española Fotovoltaica se convierta en asociación. El resto de asociaciones no abandonan el proyecto de crear una asociación única.
Como informó Energías Renovables, la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF) y la sección fotovoltaica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) ya decidieron disolverse y crear una única asociación que representara los intereses del sector.