El grupo Cobra, que resultó adjudicatario de 1.550 MW fotovoltaicos en la tercera subasta estatal, celebrada el pasado 26 de julio, considera que las comarcas de la Ribera Baja del Ebro y del Bajo Aragón-Caspe, donde se localizan Chiprana y Escatrón, son el lugar perfecto para ubicar las plantas solares. Invertirá en ellas 330 millones de euros. Su construcción supondrá la creación de 500 puestos de trabajo, y su explotación unos 40 directos y hasta un centenar en empleos indirectos.
Las promotoras de las doce plantas son diversas empresas mercantiles del Grupo Cobra, todas las cuales han presentado ya la solicitud de autorización administrativa previa y declaración de impacto ambiental, así como la autorización de las instalaciones de evacuación hasta la conexión a la red de transporte, según informa la prensa local. También se ha culminado ya el trámite de información pública de todas las plantas e iniciado el de evaluación de impacto ambiental de las localizadas en Escatrón.
Según declaraciones realizadas por el alcalde de Chiprana, este municipio podría llegar a ingresar con este proyecto unos 5 millones de euros en totgal, procedentes de los 200.000 euros anuales que recibirá el Ayuntamiento durante la vida útil de las instalaciones, estimada en 25-30 años. Los terrenos en donde se ubicarán son de propiedad privada y ya han sido cedidos.
Según informa Efe, las zonas de Escatrón y Chiprana cuentan con un elevado índice de radiación para su latitud, con 2.000 horas equivalentes de potencia solar pico, lo que justifica la decisión de los promotores, que estiman que la generación de energía eléctrica en las doce plantas será de 1.100 gigavatios/hora al año, que es un 8% de la electricidad generada con tecnología solar en 2016 en toda la Península Ibérica.
Las instalaciones proyectadas evitarán la emisión a la atmósfera de más de un millón de toneladas de CO2 si esta energía se produjera con centrales térmicas de carbón o de 446.600 toneladas si se produjera con centrales térmicas de gas natural.