El leit motiv del discurso que ha pronunciado, en el marco del V Congreso Eólico Español, el presidente ejecutivo de WindEurope, Giles Dickson, se resume en una frase: aprovechen ustedes, gobiernos de toda Europa, los nuevos instrumentos que Bruselas ha puesto a su disposición para avanzar, y acelerar, sus respectivas transiciones energéticas. Los planes nacionales de recuperación, en particular, serán clave -ha dicho Dickson- para atraer fondos de la Unión Europea. Eso sí: deberán ser ambiciosos, concretos y fácilmente escalables. España se encuentra en una situación ciertamente ventajosa con respecto a otras naciones, pues tiene un sector eólico maduro, que ha sido capaz de poner en pie en los últimos 20 años 26.000 megavatios de potencia (el parque eólico nacional es el segundo más potente de toda Europa), que emplea a 24.000 personas y que produce ya más del 20% de la demanda del país (un país de 47 millones de habitantes). El año pasado no hubo nación en todo el Viejo Continente que instalase más potencia eólica sobre tierra firme que España, que adelantó por un año a la siempre muy dinámica Alemania (el país de Merkel es la primera potencia eólica del continente).
Contexto
El gobierno español presentó el pasado mes de abril su Plan Nacional Integrado (PNI) de Energía y Clima 2021-2030, uno de cuyos objetivos clave es reducir en 23 puntos las emisiones de gases de efecto invernadero que registró el país en 1990. El Plan pretende que las fuentes renovables de energía aporten el 42% de la demanda de energía del país (y el 74% de su electricidad) en 2030. Esto implica -ha avisado el presidente de la patronal eólica europea- que el sector nacional español deberá instalar 2.200 megavatios de potencia nueva cada año de aquí a la fecha horizonte: 2030. En esa misma línea, el pasado mes de mayo, el Ejecutivo Sánchez presentó un proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático para reforzar su compromiso con el Acuerdo Climático de París y con la promoción del crecimiento verde como pilar de sus planes de recuperación postCovid.
Pues bien, según Dickson, ha llegado el momento de que España (y otros países) se aseguren de que toda esa ambición está respaldada por las medidas y políticas adecuadas.
El presidente de WindEurope también se ha referido a el examen que acaba de hacerle la Comisión Europea a los planes nacionales de energía y clima presentados por los 27 Estados miembros de la UE, un examen que ha arrojado como resultado señales positivas de cierto compromiso con las energías renovables, pero también una cierta falta de detalle sobre cómo cumplirán los gobiernos con esos compromisos.
Dickson se ha referido al caso español: el Plan de España es realmente ambicioso -ha dicho- pero no lo suficientemente detallado. El CEO de WindEurope, que ha destacado la falta de luz sobre las subastas, de las que no se sabe aún ni sus características ni su calendario, espera en todo caso que todo ello se aclare en breve y reconoce por otro lado que se están dando pasos importantes en lo que se refiere a la tramitación de los nuevos parques eólicos o la repotenciación de los existentes.
El discurso de WindEurope es optimista, de cualquier manera: "el Pacto Verde de la UE -apuntan desde la asociación- ayudará a los Estados miembros a alcanzar sus objetivos climáticos, al tiempo que limitará el impacto de la pandemia de Covid19 en el empleo y en la economía". En ese sentido, la patronal continental del sector eólico ve muy positivamente el anuncio que sobre las emisiones acaba de hacer la Comisión (la CE ha propuesto elevar el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la UE del 40% para 2030 a al menos el 55%). WindEurope considera que el Plan de Recuperación de la UE (750.000 millones de euros), acordado por el Consejo Europeo, ayudará a conseguirlo.
Eso sí, la asociación que preside Dickson avisa: los Estados miembros, que deberán presentar sus propios planes nacionales de recuperación y resiliencia a la Comisión antes de abril de 2021, tienen que establecer "prioridades de inversión y reformas en consonancia con el objetivo a largo plazo de neutralidad climática para 2050". España está previsto reciba 140.000 millones de euros (72.000 millones, a fondo perdido), pero también podría beneficiarese -apuntan desde WindEurope- del Mecanismo de Inversión Estratégica y del Programa InvestEU del Banco Central Europeo, que se centra en las cadenas de valor estratégicas, "y, así mismo, lograr más de 720 millones de euros del Fondo para la Transición Justa, que podrían servir para soportar la diversificación económica y recuperación de sus territorios más deprimidos".
Eso sí, para atraer la mayor cantidad de fondos -ha apuntado Dickson- España necesitará enviar un Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia ambicioso y alineado con su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. El presidente de la asociación europea considera que, habida cuenta de la entidad del sector eólico español y del contexto europeo (en clave de recuperación Covid) "esta es una gran oportunidad para que la industria eólica impulse el desarrollo de la las redes, puertos para la eólica marina, carreteras y puentes, einfraestructuras para la producción de hidrógeno renovable".
