Y de eso precisamente se ha hablado, de eólica y mercado, de contratos de compra de energía (PPA) y de mercados de ajuste. Pero también de hibridación entre eólica y fotovoltaica, de almacenamiento energético, de los diferentes modelos contractuales de compraventa de electricidad o de previsión de los precios de mercado.
Oriol Saltó es especialista en previsiones de precios energéticos en Aleasoft, una empresa que nació en 1999 y que utiliza inteligencia artificial para hacer sus pronósticos. “El 85% de las empresas relacionadas con el mercado energético utiliza nuestras previsiones”, dice. Trabajan, sobre todo, con el mercado europeo, pero pronto se extenderán a otras regiones del mundo. “Para hacer las previsiones utilizamos un método híbrido que mezcla técnicas clásicas con machine learning”.
No es de extrañar que en una jornada sobre mercado eléctrico y PPA se hable de previsiones. “Las previsiones a largo plazo son esenciales para los PPA. Pero se necesita previsión de precios y también de riesgos asociados. Es la suma de una previsión puntual y otra probabilística”. Porque, “aunque el mercado tiene un punto de equilibrio, y los precios tienden a fluctuar dentro de un intervalo, hay muchos factores que pueden hacer que esos precios se muevan”,
Entre esos factores, Oriol Saltó se ha referido al precio de los combustibles, a la implantación del vehículo eléctrico o el precio de las emisiones de CO2. Pero también a las medidas de eficiencia energética, al desarrollo del autoconsumo, la implantación de renovables o la irrupción de nuevas tecnologías más eficientes. También es importante el perfil horario de cada uno de esos factores. “Si el vehículo eléctrico con una alta implantación se cargara básicamente por la noche subirá la demanda a esas horas. Si crece el autoconsumo tenderá a reducir la demanda en las horas pico. La tendencia general es hacer más plano el perfil”.
Saltó se ha mojado para decir que “se espera que la tendencia para todos los mercados europeos es estacionaria, bastante plana, con precios que fluctuarán dentro de una ventana de unos 8 euros por MWh. Pero hay muchas incertidumbres, entre las que cabe citar los planes de descarbonización, la descentralización tanto de la producción como de la demanda, o el aumento de las interconexiones. Y ahí está la clave para hacer previsiones, en entender todos los factores que pueden jugar un papel”.
Entre esos factores va a estar, sin duda, el almacenamiento energético. Santiago Arnaltes, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, se ha referido precisamente al desarrollo de estos sistemas. “Actualmente el precio de una batería de ion–litio de un MWh puede estar en torno a 400 mil euros. Pero no quiere decir que un MWh salga a ese precio. Porque la batería puede tener 10.000 ciclos. O sea, que el coste real sería de unos 40 euros por MWh. Y bajando a toda velocidad”.
Factores, en suma, que condicionan la tendencia de precios del mercado eléctrico y que auguran mayor protagonismo para la eólica y el resto de renovables. Como decía Rocío Sicre en la inauguración, “la eólica está llamada a ser la tecnología protagonista en los próximos años por su creciente aportación al sistema eléctrico y la nueva potencia que entrará en funcionamiento antes del 2020”.
“Tras las subastas de 2016 y 2017, el incremento de potencia eólica a lo largo de este año y hasta 2020 es una realidad, resultado de un desarrollo competitivo y eficiente para el sistema y el consumidor. En menos de dos años, nos reuniremos de nuevo para celebrar el éxito del sector eólico español, cuando los proyectos adjudicados en las subastas estén en marcha y suministrando 5.000 MW adicionales de electricidad a la red”, ha señalado Sicre.
