American Wind Energy Association (AWEA), la patronal eólica de EEUU, que acaba de hacer balance de los primeros nueve meses del año en curso, tampoco halla consuelo en la cifra global referida a esos tres trimestres, período durante el cual solo habrían sido instalados en el país 1.634 MW, un 71% de la cifra registrada durante el mismo periodo de 2009, y el peor resultado para los nueve primeros meses de un año desde 2006.
Peor aún. En lo que llevamos de año, el carbón ha representado un 39% de la nueva potencia instalada, mientras que la eólica solo ha supuesto un 14%. Las cifras contrastan enormemente con las registradas durante el ejercicio anterior: en 2009, la eólica fue, con un 39% de la nueva potencia eléctrica instalada ese año, la tecnología que más creció de entre todas las que conforman el mix estadounidense. El carbón se quedó en el 13%.
Según AWEA –que cita datos del Despacho de Contabilidad Federal, entidad que aconseja al Congreso–, el carbón aún recibe cinco veces más apoyo económico que la eólica. Además, y, a pesar de haber dado empleo a unas 85.000 personas durante la crisis, el Congreso ha rechazado la propuesta de introducir una obligación de cuotas de renovables a escala federal (los llamados Renewable Energy Standard, RES, que sí existen en varios de los estados de la Unión).
Sin noticias hasta 2011
Ello habría creado incertidumbre entre los inversores, factor que la patronal eólica estadounidense cree responsable de la ralentización. No obstante, el senador demócrata Jeff Bingaman ha afirmado que el concepto del RES está ganando cada vez más fieles entre los republicanos, responsables del rechazo inicial de la moción, a pesar de lo cual AWEA no cree que el proyecto de ley encuentre hueco en la agenda del Congreso en 2010, sobre todo, debido a las elecciones locales.
En contraste con la situación estadounidense, la asociación americana señala que China y la Unión Europea ya están poniendo en marcha medidas en aras de la consecución de los objetivos renovables obligatorios que se fijaron en el horizonte 2020. Según AWEA, esas medidas suponen, en total, unas inversiones de 35.000 millones de dólares en 2010, “casi cuatro veces la inversión que registrará Estados Unidos este año”.
En lo positivo, los proyectos eólicos nuevos que han iniciado su construcción en los últimos seis meses suman unos 4,7 GW. Dependiendo del ritmo de construcción, dicho volumen podría contribuir a mitigar la ralentización. También podría contribuir a mantener el liderazgo del país en el escalafón eólico mundial (en términos de potencia acumulada), que actualmente se sitúa en 36,7 GW.
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