Iberdrola acaba de emprender los trabajos de montaje de los aerogeneradores, tras haber finalizado la obra civil, planificar la llegada de materiales a las campas de los parques eólicos y organizar las diferentes actuaciones en campo: "en estos trabajos están involucrados hasta 400 personas". Según la compañía, "para alcanzar la cota de los parques, los materiales -torres, nacelles y palas, entre otros- son transportados por angostos caminos de un solo acceso y con numerosas pendientes y curvas de hasta casi 180º". A 800 metros de altitud, "y en una zona con constantes cambios meteorológicos que dificultan los trabajos -explica la compañía-, se levantan ya aerogeneradores de grandes dimensiones". Los parques eólicos estarán integrados por máquinas Siemens Gamesa del modelo SG114, de 2,62 megavatios de potencia unitaria (con palas de 56 metros de longitud, góndolas de 126 toneladas de peso y torres de entre 80 y 93 metros de altura). Cordel-Vidural (con 37 megavatios de potencia) está ubicado entre los municipios de Navia, Valdés y Villayón; Capiechamartín (34 MW) se sitúa entre Tineo y Valdés; Verdigueiro (36 MW) se levantará entre Tineo y Villayón; y Panondres (21 MW) entre Villayón y Valdés.
Según la empresa, la ejecución de estos proyectos permitirá generar "hasta 1.000 empleos". Además -añaden desde Iberdrola-, la práctica totalidad de los "trabajos en campo y obra civil" está siendo realizada por empresas asturianas como Hormavasa y Horvalsa, Canteras Rencanos, Deymet, Excade, Posada, Méndez y Mota, Gruas Roxu y Taxus; la promoción está siendo desarrollada por Erpasa y las torres de los aerogeneradores están siendo fabricadas en las instalaciones de Windar, en Avilés. La compañía asegura que ha adjudicado contratos a empresas asturianas "que a julio se elevaban a 200 millones de euros", y calcula que, una vez en operación, los parques generarán electricidad suficiente como para abastecer a más de 100.000 hogares y evitarán la emisión de 65.500 toneladas de CO2 al año.