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Pedro Mayorga, presidente de APPA Marina

"El hambre inversor parece que está"
 

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Es el CEO de EnerOcean, ingeniería andaluza que instaló la primera plataforma eólica flotante que han visto (año 2019) las aguas españolas, una plataforma muy singular, pues soportaba sobre sí dos aerogeneradores (en vez de uno, que es lo habitual), dos aerogeneradores además que fueron los primeros del mundo que se orientaban de forma pasiva con la dirección del viento. Su siguiente prototipo (plataforma con dos aeros de entre 5,5 y 7,5 megavatios) está previsto quede instalado en aguas canarias en 2026. Ha recibido 8 millones de euros de ayuda del programa IDAE RenMarinas Demos para el desarrollo de prototipos demostradores, tras ser calificado como el mejor proyecto presentado a esa convocatoria. Es ingeniería nacional. Es Pedro Mayorga, presidente de la sección de Energías Marinas de APPA Renovables.
"El hambre inversor parece que está"  
Pedro Mayorga, presidente de APPA Marina.

¿Por qué la Asociación de Empresas de Energías Renovables, APPA, tiene una sección específica para las Energías Marinas... si en España las energías marinas prácticamente no existen?
Porque desde el principio entendimos que había que trabajar en colaboración, en red. En EnerOcean, mi empresa, llevamos 17 años ya trabajando en energías marinas, o sea, mucho tiempo.

Y a lo largo de todos estos años vas conociendo actores del sector con los que, poco a poco, vas trabando una relación de confianza. Al final, hace unos meses, los asociados de APPA me empujaron un poco a que me presentara a presidente de la sección de Energías Marinas, lo consulté con mis socios en la empresa y... aquí estoy, tratando de explicar por qué es tan interesante ahora mismo trabajar aquí, en España, en energías del mar.

¿Y por qué lo es?
Las energías marinas en España, la energía de las corrientes, la undimotriz [olas], la eólica marina (flotante, principalmente), las tecnologías en fin con las que estamos trabajando en la sección que presido están en un punto en el que yo destacaría la gran capacidad de ingeniería que tenemos y la gran capacidad de innovación.

Hasta ahora yo diría que lo que nos ha faltado, lo que no hemos tenido, han sido los mecanismos de ayuda que sí ha habido en otros sitios. Afortunadamente (entiéndaseme entre comillas), lo que ha sucedido es que, aunque en otros países sí ha habido esas ayudas, en esas otras naciones este sector no se ha desarrollado mucho. No lo ha hecho… hasta ahora. Porque ahora mismo estamos en un momento en el que, si no damos el paso, como han hecho ya los demás, podemos perder pie...

Creo que estamos a tiempo, en todo caso, y añadiría además que tenemos una muy buena base, tanto técnica como científica. Pero hay que generar las estructuras de soporte, para avanzar a las siguientes fases, para que se vayan probando los dispositivos de aprovechamiento de las energías marinas que hemos ido desarrollando durante todos estos años, para evitar que haya una fuga de talentos hacia otros países que sí dan ese apoyo.

Buena noticia en ese sentido ha sido el programa RenMarinas Demos [año 2023], que ha supuesto un salto exponencial en el montante de ayudas otorgadas a nivel nacional y sitúa a España al nivel de los países de los que estoy hablando.

Si en España no ha habido apoyo a este sector (o tanto apoyo desde la Administración como el que ha habido en otras naciones), ¿cómo han sobrevivido durante todos estos años EnerOcean y todos esos otros actores con los que APPA Marina está tejiendo red?
Vamos a ver: hemos tenido menos apoyo que el que han tenido otras empresas de energías marinas en sus respectivos países, en Europa, sí. Y los programas de apoyo además han sido... generales. Por ejemplo, de apoyo a la innovación.
Lo que ha sucedido es que esos programas, esos recursos, han sido utilizados de forma muy inteligente por nuestras empresas nacionales.

En el año 2012 hubo una bajada importante de apoyo a las marinas renovables, se recortó el apoyo tanto a la investigación como a la demostración. Sin embargo, y afortunadamente, hemos podido seguir preparándonos... Porque las empresas españolas hemos sido capaces de conseguir muchos fondos europeos en competición con empresas de toda la UE.

Tenemos una capacidad de ingenio y tenemos una base de preparación muy importantes. Hay una tradición de construcción naval, hay una tradición de ingeniería en general, de conocimiento del mar, por las obras construidas, extraordinaria.

Y, además, como digo, esta situación nos ha forzado aún más a aprender a sobrevivir. Y... bueno, eso parece que, combinado con una habilidad para mezclar elementos diversos (lo que no es tan común en empresas de otros países), ha hecho posible que se nos haya dado bastante bien la innovación. Soy optimista, y diría que todavía podemos ser líderes. Yo creo que es un momento dulce, es una oportunidad, pero hay que darse prisa.

Bien, centrémonos en la eólica marina. ¿Cuál es la situación en la que se encuentra ahora mismo el sector eólico marino español?
Tenemos una buena situación para desarrollar la industria. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2030, que acaba de ser revisado, fija como objetivo que haya 3.000 megavatios de potencia eólica marina operativos en aguas españolas en ese año, 2030. Y... creo que no es tan importante el objetivo concreto... como el hecho de que ese objetivo esté, exista. Yo digo que más importante que el Objetivo 2030… es… plantearnos qué tenemos previsto para el año 2032, ó para 2034.

Creo que lo importante es que establezcamos el marco y que tengamos un calendario que nos permita tomar decisiones de inversión no pensando en un hito, en un cohete que se lanza, sino en algo con perspectiva de continuidad, que nos permite generar una industria y un empleo estables. Ahora el Gobierno acaba de sacar a información pública su propuesta de marco regulatorio para el sector, y estamos esperando, una vez se aclare ese marco, la fecha de la primera subasta.

El Gobierno ha anunciado que atenderá, en esa subasta, a criterios de carácter social y ambiental. Parece ser que priorizará la producción local de los componentes de los parques eólicos marinos, por ejemplo. Pregunto: ¿cómo deben ser las subastas, según APPA Marina?
Sobre todo, justas. Hacen falta unas reglas claras, que permitan que aprovechemos la oportunidad de recuperar ese dinero que se ha destinado a desarrollar tecnología española. Y, sobre todo, debemos evitar la especulación. Puede haber muchos criterios (pre-calificación, fomento de la pyme, lo que sea…), pero lo más importante es que las reglas sean claras.

Las subastas también atenderán a criterios económicos. ¿A cuánto es capaz de generar la eólica marina a día de hoy?
Lo que debe aportar la eólica marina, y lo que puede aportar, es valor. ¿Cuánto vale la energía solar que no se puede vender porque no hay demanda… o cuánto vale cuando el precio es cero? Yo siempre he dicho que lo que tiene sentido es una tecnología energética que no sea más cara que la más barata junto con almacenamiento.

También digo que no parece muy justo pedir que sean totalmente competitivos los primeros proyectos de una tecnología que no ha tenido oportunidad todavía de desarrollarse, de generar las cadenas. Pero, bueno, en todo caso... el objetivo es que tenga sentido en el pool futuro.

¿Entonces...?
Entonces, yo creo que precios de cien euros por megavatio hora, que nos asustaban hace cinco años, ahora... si nos los aseguran... pueden ser una garantía.

Pero, ¿debo entender que la eólica marina podría producir a 100 e/MWh?
No en los primeros proyectos quizá [EnerOcean por ejemplo prevé instalar su prototipo en 2026], pero sí a medio plazo. Y, después, a largo plazo, seguramente, habrá una bajada de los cien.

¿Es posible que la industria española firme 3.000 megavatios de aquí a 2030 o ya vamos tarde?
Vamos ajustados, muy apurados. Y no estamos solos en el mercado. O sea, es posible… Pero estaríamos tensionando demasiado, creo yo. Yo creo que lo importante es que los proyectos estén en marcha. Y si llegan... pues estupendo.

Pero si se retrasan algo pero ya han empezado a moverse y están comprometidos y se está generando industria... pues eso también es muy positivo. Y un añadido: si hay diversidad de empresas que ganan los contratos y se integra más cadena de producción, pues esta no estará tan estresada que si estamos hablando de un único
promotor con un diseño único.

Aparte de clarificar el marco y agendar la primera subasta, ¿qué le falta (qué más) al sector eólico marino flotante español para acabar de eclosionar?
El hambre inversor parece que está, parece que existe. Ha habido proyectos en otros mercados que han sufrido, por ejemplo, un marco regulatorio muy rígido, un marco que arrojó unos precios prepandemia y preguerra que al final han sido inviables.

Y proyectos aprobados han acabado siendo imposibles. Yo creo que... el hecho de ir un poco tarde nos permite aprender de los errores vividos en otros sitios. En fin, que lo que nos hace falta es el marco para arrancar, y que todo esto debería ser más que suficiente, no necesitamos más.

¿Pueden convivir en aguas españolas la pesca y la eólica?
Está claro que debemos aprender a convivir. Vamos a ver: cualquier actividad humana tiene impacto, que puede ser positivo o negativo. Y hay que mirar el global. Son muy importantes las primeras experiencias. Muchas de las voces críticas que están surgiendo se basan en miedos ante lo desconocido. Vamos a hacer las cosas con cuidado, con la máxima garantía. Pero hay que tener esas primeras experiencias. Y si ellas nos dicen que hay que hacer algo de otra forma, pues tendremos que hacerlo.

Lo que no podemos seguir es como estamos. Y estamos acabando con el planeta, por culpa de un cambio climático terrible. Y parece que no queremos enterarnos del impacto que causan las alternativas a la eólica y a otras energías renovables marinas.

¿Tenemos que asegurarnos de que haya un muy bajo impacto? Claro. Y asegurarnos de que vamos aprendiendo de cada experiencia, de que vamos aprendiendo a mitigar cualquier impacto negativo hasta el mínimo.

Pero si no implementamos estas soluciones solo porque no se va a permitir la pesca en una zona muy limitada... pues estaremos equivocándonos. Si es que además la existencia de esas zonas acaba propiciando más vida. Esa es la experiencia, eso es lo que ha pasado con todos los parques eólicos marinos.

El mar es de todos y tenemos que conseguir que se regule cada actividad, como se ha estado haciendo con la pesca. Regulación, porque hay que convivir, y para que todas las actividades sean sostenibles y para que sea posible esa convivencia.

¿Y eso cómo se hace?
Evitando mensajes catastrofistas y, sobre todo, utilizando la ciencia omo base de medida de los efectos. La ciencia y la experimentación, digamos, controlada, en los primeros parques, que no deben ser demasiado grandes, que deben estar a una distancia (yo creo que ya se ha tomado esa precaución en los planes de ordenamiento del espacio marítimo)… En fin: ciencia.

 Esta entrevista forma parte de la edición de marzo de nuestra revista en papel (ER229), que puedes descargar gratis aquí

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