La aplicación de AZTI evalúa la afección al ecosistema de tres tecnologías diferentes de convertidores de energía de las olas: columna de agua oscilante, convertidores de sobretensión de onda oscilante y turbinas de oleaje. El sistema aborda todas las fases del ciclo de vida de estas tecnologías de conversión energética, desde su instalación hasta la explotación y desmantelamiento. "El uso de esta herramienta -explican desde el centro tecnológico- es sencillo e intuitivo: basta con indicar las características de la instalación que se desea realizar, es decir, el número de dispositivos, la superficie total autorizada, la capacidad productiva instalada en megavatios, los años de duración del proyecto y el área reservada por dispositivo, para conseguir una estimación de la magnitud del proyecto". Según el responsable del desarrollo de la herramienta e investigador del área de gestión ambiental de mares y costas de AZTI, Ibon Galparsoro, “a partir de ahí, con varios clics, se definen y caracterizan los tipos de presión, probabilidad e intensidad y se tienen en cuenta posibles presiones sobre el ecosistema, hábitats y especies”.
En concreto, la solución contempla la posibilidad de entrada o propagación tanto de especies no autóctonas, como de patógenos, así como el impacto sobre especies autóctonas como pájaros, mamíferos, peces, reptiles, cefalópodos, que la instalación de los dispositivos de conversión puede acarrear. WEC-ERA Tool también aborda las posibles afecciones sobre los fondos marinos. “El resultado del análisis es inmediato. La herramienta muestra en un gráfico las presiones que pueden ser producidas por los captadores de energía del oleaje y las características del ecosistema que podrían verse alteradas por cada una de las tecnologías y para cada fase del ciclo de vida y lo hace respetando los parámetros exigidos por la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina”, añade el investigador de AZTI.
Ecological Risk Assessment (ERA) tool for Wave Energy Converters (WEC)
La herramienta desarrollada por AZTI, denominada WEC-ERA Tool, ha sido realizada en el marco de dos proyectos: (1) RenoGuip (dirigido al desarrollo e implementación de nuevas herramientas de decisión para la planificación espacial marina de las energías renovables, y financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa); y (2) WESE (proyecto de investigación financiado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y coordinado por este centro tecnológico vasco, que es miembro de la Basque Research Technology Alliance (BRTA).
Ibon Galparsoro, centro tecnológico AZTI: “debido a su incipiente estado de desarrollo y al hecho de que no existan parques comerciales, existe un gran vacío de conocimiento respecto a la incertidumbre en relación con el posible impacto ambiental de las tecnologías para el aprovechamiento energético en el mar, hecho que hace imprescindible la creación de herramientas que permitan predecir el riesgo ecológico de este tipo de proyectos. WEC-ERA Tool es una herramienta de libre acceso dirigida a los gestores, a los responsables de la toma de decisiones y a la industria (y potencialmente a cualquier otro interesado) que sirve para evaluar los riesgos ambientales asociados a nuevos proyectos de captadores de energía del oleaje, teniendo en cuenta los impactos potenciales que estos sistemas pueden ocasionar sobre los ecosistemas naturales”
La herramienta desarrollada por AZTI se integra en un sistema más extenso, denominado Vapem, que pretende avanzar hacia una comprensión integrada y aborda, no sólo las energías undimotriz y eólica marina, sino también temas relacionados con los conflictos de uso y riesgos ecológicos de las diferentes actividades marinas sobre los servicios que proporciona el ecosistema marino (alimento, materias primas, bienestar). [Vapem, evaluación ecológica y ordenación del espacio marítimo].
“AZTI -explica Galparsoro- lleva más de una década realizando estudios relacionados con el impacto ambiental de las energías marinas, mediante estudios de oceanografía operacional que han permitido evaluar la disponibilidad del recurso de las olas y la selección de emplazamientos adecuados”.
Como fruto de esa especialización -explican desde AZTI-, se han desarrollado en el País Vasco infraestructuras singulares como el Biscay Marine Energy Platform (BiMEP), promovido por el Ente Vasco de la Energía (EVE) del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Credenciales
AZTI se define como "un centro científico y tecnológico que desarrolla proyectos de transformación de alto impacto con organizaciones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas". Declara como su propósito "impulsar un cambio positivo para el futuro de las personas, contribuyendo a una sociedad saludable, sostenible e íntegra". Especializado en el medio marino y la alimentación, desarrolla productos y tecnologías basados en ciencia e investigación.
AZTI cuenta con 40 años de experiencia, una presencia en 45 países, tres sedes en el País Vasco y un equipo de más de 280 empleados. Su amplia trayectoria está avalada por más de 1.300 publicaciones indexadas y su excelencia se fundamenta en su personal investigador, del cual 58% son doctores/as.
El patronato de la Fundación AZTI está conformado por representantes de empresas e instituciones del sector pesquero, alimentario y medio ambiente marino, así como del Gobierno Vasco. En él hay concretamente cinco instituciones del gobierno vasco, dos entidades del sector pesquero y once empresas. Preside el patronato el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz Izagirre.
AZTI es miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), una alianza formada por cuatro centros de investigación colaborativa y 12 centros tecnológicos cuyo objetivo es "estimular la colaboración entre las organizaciones que la integran, reforzar las condiciones para generar y transmitir conocimiento a las empresas con la intención de contribuir a su competitividad, dinamizando el tejido industrial y proyectando la capacidad científico-tecnológica vasca en el exterior".