En este barrio, situado al sur de Madrid, en el distrito de Usera, con una población de unos 23.000 habitantes, la mayoría de sus edificios datan de los años 80. En 2014, alentada por el riesgo de desprendimiento de los antepechos de los inmuebles, Manuela se puso “manos a la obra” para movilizar a vecinos y contactar con las Administraciones Públicas para lograr la rehabilitación de la totalidad de los inmuebles del barrio.
"Al caerse una piedra de más de 600 kg me preocupé" –dice– "y decidí ponerme en marcha para que todos los vecinos conocieran el riesgo que corríamos”. Y añade: “empecé a moverme poniendo carteles anunciando una asamblea vecinal, aunque el temor de los vecinos era tener que gastar mucho dinero para acometer las obras”.
Gracias a la actividad de esta vecina de Orcasitas, que también permitió la realización de catas en su vivienda para conocer el estado de la cimentación del barrio, descubrieron que las filtraciones de agua eran uno de los principales problemas del edificio. Además, en paralelo, se monitorizó su vivienda para conocer la pérdida de energía y extrapolar los datos para hacer las obras de una forma adecuada para resolver de forma eficaz los problemas.
En la actualidad, el Poblado Dirigido de Orcasitas ha reducido de manera drástica el consumo de energía. Gracias a la movilización de Manuela, las obras acometidas para eliminar antepechos, amianto e instalar aislantes térmicos han logrado una reducción del 58% de las emisiones de CO2 y mejorado la escala energética de los inmuebles de la E a la C, con la correspondiente revalorización de las viviendas gracias a las mejoras.
Además del confort adquirido en las viviendas, que mantienen una temperatura constante de 19 grados en el interior, los vecinos aseguran que gracias a las obras de rehabilitación se ha conseguido un importante ahorro en sus facturas. “Hemos pasado de abonar más de 300 euros en el invierno a 58€ durante Filomena”, dice Manuela.
Subvención del Ayuntamiento de Madrid
Entre un 60 y un 70% de estas obras han sido subvencionadas por el Ayuntamiento de Madrid, mientras que el 30% restante ha sido financiado por entidades como créditos.com, canal especializado en reformas y rehabilitación de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda.
En la actualidad, la falta de mano de obra mantiene a la espera de rehabilitación a más de una veintena de inmuebles en el barrio, aunque Manuela ya se plantea nuevos retos: convencer a los propietarios de 1.020 chalés unifamiliares para la mejora de la eficiencia en 2022 y promover la instalación de paneles solares para que el barrio sea de autoconsumo y puedan seguir reduciendo sus emisiones de CO2 y sus facturas domésticas.
Ejemplo a seguir
Con esta apuesta por la mejora de la eficiencia energética y el confort en edificios y viviendas, el Poblado de Orcasitas se convierte así en un ejemplo a seguir ante el nuevo paquete de medidas contra el cambio climático. Este paquete, conocido como Fit For 55, estipula que a partir de 2030 no se podrán alquilar ni poner a la venta inmuebles con una calificación energética muy baja. Edificios y viviendas deberán tener al menos una calificación energética F, que será aún más exigente a partir de 2033, cuando no podrá ser inferior al tipo E.
Esta exigencia europea obligará a acelerar notablemente el ritmo de rehabilitación del parque inmobiliario español, muy envejecido: de los más de 25 millones de viviendas en nuestro país, 10,5 millones datan de antes de 1980, un 27% se construyeron entre la década de los 80 y los años 2000 y un 18% es anterior a 2011, según datos del INE. De media, los hogares españoles tienen 45 años y en su gran mayoría han sido construidos sin seguir ningún tipo de criterio energético ni cuentan con certificación, que será también obligatoria con la entrada en vigor de esta propuesta europea.
Esta nueva apuesta de la Comisión Europea está en línea con los fondos Next Generation EU, que supondrán la inyección de capital público para fomentar la reforma de viviendas, con el objetivo de alcanzar 510.000 actuaciones de renovación y multiplicar por diez el ritmo de rehabilitaciones en España hasta el segundo trimestre de 2026.
Con este objetivo se ha aprobado también el Real Decreto 853/2021, de 5 de octubre, que posibilita a las comunidades de propietarios contar con mecanismos legales y financieros para realizar las obras necesarias de una manera más ágil y con mayor seguridad jurídica, con un nuevo régimen de mayoría simple para la toma de estas decisiones.