El proyecto con cerca de 60 hectáreas plantadas, busca pasar de la capacidad de poder producir 40 galones de biodiésel en dos noches (151,4 litros) a, una vez que se desarrolle el apropiado manejo del proceso, 200 galones (757 litros) en el mismo lapso.
Según Kathleen Robbins, cofundador de Jatropha Pepinyè, el proyecto busca que en el empobrecido país de Haití, víctima de un terrible terremotos poco más de cuatro años atrás, sea posible generar un producto energético esencial, como es el biodiésel.
Robbins cita que en el país, en cuestiones de recursos energéticos, se utiliza en la actualidad alrededor del 71% madera/carbón y el 29% por ciento de petróleo/hidroeléctrica (de cuyo 65% es diésel fósil). Otro dato no menor es que el 98% del país está deforestado, por lo que es probable que en el corto tiempo la madera y el carbón vegetal no sean una opción.
Muchas casas en Haití cubren sus necesidades energéticas con generadores eléctricos a diesel, un producto importado.