Ecologista en Acción de Huesca ha dado a conocer estos días un informe del Inaga en el que se solicita a Forestalia un “nuevo modelo o modelo corregido de dispersión de contaminantes” en relación al proyecto de construcción de la planta de biomasa de 50 megavatios en Monzón. El Inaga considera, en referencia a las emisiones contaminantes, que en el anterior modelo “no se han calculado adecuadamente o no se ha justificado su cálculo”.
Desde Forestalia se agarran al título del requerimiento del Inaga (“Acuerdo de ampliación de prueba y requerimiento de documentación, con suspensión de procedimiento”) para afirmar que lo que se les pide es “información complementaria, no un nuevo estudio, que se está ya realizando por parte de una consultora especializada y que se entregará en próximas fechas”.
La Chunta Aragonesista de Monzón, que también presentó alegaciones contra la planta, afirma que ya advirtió “de los graves errores en el estudio de dispersión de contaminantes, ya que Forestalia se basaba en datos de 2009, en los que no estaban reflejadas las emisiones de nuevos focos y existían errores en datos meteorológicos y de vientos en el que se basaba el estudio”.
Segura de instalar los 408 megavatios renovables
La tramitación de la planta se encuentra actualmente ligada a esta revisión de oficio que lleva a cabo el Inaga. Para Ecologistas en Acción, el nuevo requerimiento apoya su tesis de que “los estudios de contaminación que se presentaron en la tramitación y otorgamiento de la autorización ambiental integrada en 2015 no eran válidos ni garantizaban que las emisiones de la incineradora no causaran daños a la salud de los ciudadanos”.
Todo este proceso, que también conlleva momentos favorables a Forestalia, como el sobreseimiento de la querella interpuesta por Ecologistas en Acción contra las técnicas que informaron favorablemente sobre la ubicación de la planta de Monzón, no frena los objetivos de la empresa. En un comunicado de prensa resalta que cumple con su planificación de todos los proyectos necesarios para aplicar los 408,5 megavatios en la subasta de hace un año.
Sobre los 108 megavatios de biomasa, recuerda que Cubillos del Sil (León) y Monzón son las ubicaciones con los trámites más avanzados. Sobre la primera destacan el acuerdo alcanzado con la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) y el Ente Regional de la Energía (EREN), que les permite colaborar “intensamente con el objeto de acelerar todos los documentos técnicos y administrativos precisos para el proyecto de planta de 49,5 MW”.
