El centro está situado en el polígono industrial de Aoiz/Agoitz, en las antiguas naves de Solano que adquirió Nasuvinsa. De la nave original de 3.302 metros cuadrados, se ha mantenido cubierta una superficie de 1.996, mientras que el resto ha quedado como campa descubierta para el acopio de material. La actividad comenzará en 2022 y se basará en el tratamiento, almacenamiento y distribución de astilla, un combustible que se destinará inicialmente a abastecer el parque residencial público, con posibilidad de suministrar combustible a las promociones del sector privado. La madera será certificada y procederá de bosques gestionados de forma sostenible. La previsión inicial es generar 900 toneladas anuales de astilla para abastecer las 524 viviendas protegidas Navarra Social Housing, un plan de alquiler del Gobierno de Navarra promovido por Nasuvinsa.
Ha presidido el acto de presentación del centro el vicepresidente de Navarra, y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, José María Aierdi, que ha señalado que “este centro es un hito importante en nuestro esfuerzo para convertir a la biomasa en una alternativa sostenible, de producción local y competitiva” y ha destacado que esta iniciativa constituye “un eslabón clave en el proceso de progresiva descarbonización de las ciudades que planteamos como elemento vertebral de la sostenibilidad urbana en la Estrategia Navarra de Transición Ecológica/Navarra Green”.
Proyectos Promobiomasse
Promobiomasse es un proyecto europeo que ha impulsado en estos tres últimos años el mercado energético de la biomasa forestal en el suroeste de Europa (SUDOE) a través de la cooperación transfronteriza entre entidades de Francia, España y Portugal.
Además de Nasuvinsa, han tomado parte el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), la Agencia Extremeña de la Energía (Agenex), la Agência Regional de Energia e Ambiente do Interior (Enerarea), del norte de Portugal, la Communauté de Communes du Plateau de Lannemezan (CCPL), del departamento francés de Hautes-Pyrénées, y la Association des Communes Forestières des Pyrénées Atlantiques (CoFor64), de Pirineos Atlánticos. A estas seis entidades socias se han sumado otras 19 asociadas.
El presupuesto total del proyecto ha ascendido a 1,4 millones de euros, financiado en un 75% por Interreg Sudoe, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), y el 35% restante con fondos propios de las entidades participantes.
Con la implicación de agentes del sector, el grupo de expertas y expertos del proyecto ha creado un modelo de gestión de la oferta y la demanda del mercado de la biomasa que aplica el concepto de “circuito corto”, similar al que se emplea para los productos agroalimentarios locales.
El modelo consta de 67 medidas encaminadas, entre otros objetivos, a generar información actualizada y disponible sobre los recursos forestales existentes, facilitar la movilización de esos recursos, favorecer el asociacionismo, apoyar al sector forestal, fomentar la certificación de astilla y proponer instalaciones modelo desde el sector público y privado.
Partiendo de ese modelo, se han desarrollado en las distintas regiones del proyecto actuaciones promoción del mercado energético local de la biomasa, como el citado centro de piloto de Aoiz.