Más que un documento con objetivos definidos, el trabajo presentado por la Sustainable Shipping Initiative (SSI) ofrece una exploración del mercado para saber hasta dónde podrían llegar un conjunto de diferentes biocombustibles (etanol, metanol, biometano o biodiésel) en el suministro de energía para el transporte marítimo.
En el informe relatan que “cuando se preguntó a los expertos por el porcentaje de las necesidades de energía del transporte marítimo que serían satisfechas por los biocombustibles entre 2030 y 2050, la mayoría acordaron que estaría en el rango del 10-30 por ciento. Además, anticiparon que el uso de biocombustibles sería mayor en 2030 que en 2050, lo que implica que esta es una solución más a corto que a largo plazo”.
No obstante, desde el SSI consideran que “a corto plazo los biocombustibles podrían desempeñar un papel importante para acelerar la acción de descarbonización en el sector marítimo”. Entienden que los más sostenibles están ahora infrautilizados y podrían satisfacer las necesidades energéticas del transporte marítimo actual.
La SSI ve limitada la oferta de biocarburantes a medio/largo plazo, la OMI no
Pero también reconocen que esta oferta resulta limitada a medio y largo plazo, “particularmente dado el aumento de la ambición climática y, por lo tanto, la presión potencial de la demanda en todos los sectores”. Añaden que “conllevan riesgos considerables relacionados con las limitaciones de la oferta y la demanda”, además de otros relacionados con el precio e incluso con un aumento de las emisiones de carbono.
En el tema de los plazos (e incluso de definirlos) hay disparidad de opiniones, ya que en junio de este año, durante el último período de sesiones que celebró el Comité de Protección del Medio Marino de la Organización Marítima Internacional (OMI) de Naciones Unidas, este organismo afirmó que a medio/largo plazo los biocarburantes forman parte de las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el tráfico marítimo.
La sostenibilidad es la clave
En cualquiera de los casos, las sostenibilidad es la clave. Todos los expertos que han participado en el informe del SSI y apoyan el uso de biocombustibles consideran que la certificación es un requisito previo para garantizar la transparencia y la sostenibilidad de las cadenas de suministro. “Sin embargo, otros consideraron que el uso actual de los esquemas de certificación de sostenibilidad es insuficiente”, se lee entre las conclusiones.
La principal cuestión es que la disponibilidad actual de lo que se consideran en el informe biocombustibles sostenibles y avanzados es muy limitada. “Para escalar la producción se necesitan incentivos de mercado que manden una señal para alentar la inversión en la bioeconomía, poniendo la sostenibilidad y los beneficios de la reducción de emisiones en primer plano”, aseguran.
Emisiones “inaceptables”
Lo cierto es que las señales que llegan sobre el avance de la descarbonización en el sector son más bien negativas. Hace unos días, un estudio de Transport & Environment concluía que los buques que transportan mercancías hacia y desde las costas españolas emiten más CO₂ que el total de los vehículos de las treinta mayores ciudades españolas. Y hace un mes era la ONU quien advertía que los actuales niveles de emisiones del transporte por mar son "inaceptables".
La SSI asegura que “tras esta revisión (la de su informe) de la sostenibilidad y disponibilidad de biocombustibles para el transporte marítimo, tenemos una imagen más clara de las incertidumbres y los riesgos”. Mientras, dos de las mayores compañías de transporte marítimo de mercancías del mundo, Maersk y Mediterranean Shipping Company (MSC), avanzan en el uso efectivo de biocarburantes.
Maerks ya ha cubierto rutas con biodiésel y estudia ampliarlas con etanol, biometano y amoníaco, y MSC acaba de dar a conocer que está mezclando de manera rutinaria biocarburantes con combustibles fósiles. Afirman que primero realizaron pruebas con una mezcla mínima del diez por ciento de biocarburantes y ahora usan ya usan algunas al treinta por ciento.